Siguió apretando hasta que lo jaló. No puso resistencia, lo abrazó por los costados y lo estrujó tanto como pudo — No será la primera vez, no temo a eso ~

-Aunque se zangolotea bruscamente, le atrapa las manos para luego jalarlo contra su pecho — Travieso, si sigues así de adorable, voy a irrespetar tu rudeza en la cama.

— De acuerdo.. — Le aprieta el costado derecho.

— Ya, no se hable más de esto. -le aprieta la nariz-

— Lo tendré en mente. Así como tu diplomacia

— Tu solo responsabilízate de tus actos y aún así, no dejes que los demás abusen. Recuerda: Castigos proporcionales, si no, alv.

— No dejarme amedrentar si no es mi culpa realmente

— ¿Ah, si? ¿Qué aprendiste?

— A pesar de la situación, me diste una cátedra importante

— Más que orgullo, me alegra saber que hoy quizá ganaste un poco más de confianza en mi.