—Uhm.. — Ni tiempo le dió de reaccionar, cuando su mentón fue tomado por él, cedió sus labios a ese beso que correspondió con la misma intensidad y deseo que le despertó con esa apariencia tenuemente descuidada. Sus manos se aferraron a las ropas que cubren su pecho. Odiaba que supiera cómo hacerlo perder la cabeza en poco, que cuando sintió su lengua, trató de imponerse. De juventud solo era el físico, no lo demás.
— Leo... - tras el mordisco, atrapó el mentón del pelirrojo para atraerlo. Todos esos roces y la ansia que podía sentir en ellos, despertaron una clase de hambre que sólo podía saciar con el sabor de los labios que prensó en un beso apasionado y furioso, abriendo de primera la boca de él para colar su húmedo músculo e iniciar una batalla por aquel espacio tibio.
— Cállate... — Ahora eran las dos manos las que se estaban frotando lentamente contra las mejillas del mayor, no podría resistir la sensación de su barba, incluso mordió otra vez, con más fuerza, en el mentón — No soy un gran gato, soy un león..
No necesitaba que hablara, pues con tan sólo sentirse resistiendo el frote de la cabeza contraria era suficiente, aunada al tacto de sus dedos que le removían el sentido de su vello facial, generando cierto cosquilleo cómodo — Me gusta que no seas más que un gran gato. ¿Has encontrado tu fuente de mimos? —
— No te hace ver más viejo de lo que ya estás.. — No le concedería más ego del que notó, ya tenía. Dejó de morderlo antes de frotar nuevamente ese crecimiento con los pulgares, luego mordió su mentón — Es un trato entonces..~
— Así que este es el poder de la barba. Creí que me haría ver más viejo... — le acaricia la cintura cuando sus manos atrapan aquella masculina estreches. El mordisco lo hizo sonreír y cerrar el ojo correspondiente a su mejilla derecha; adoraba esa clase de mimos primitivos — Si te gusta tanto, la dejaré así... —
— Veamos.. — Cual felino se acercó lentamente hasta el escorpión, de verdad lo veía en extremo cambiado incluso creía que era la primera vez que lo notaba con barba crecida, se limitó a tomarle el rostro con ambas manos, con sus pulgares acarició sus mejillas y esos puntos rasposos en su piel, después besó y mordió la derecha— Ahora que puedo gruñir, lo haré..~
