Supongo que no lo entenderias totalmente -Responde dando la vuelta y llevando aquella imagen mental a un holograma frente a ellos, era una reproduccion de aquella pelea donde se veia incluso una chispa brillar en su rostro- Los guerreros somos como una buena arma...somos creados con un proposito, en el caso humano nos entrenamos para ello y al ser reconocidos nuestras vidas se guian en base a ello -Suspira y sus pasos rodean aquel holograma, parandose junto a la mas joven ella haciendo notoria la juventud de ella en una mas baja estatura en el holograma- Vivimos una vida plena llena de batallas con victorias...cada una mas dulce que la anterior y mas ambiciosa -Su mirada decae observandose a si misma- Pero llega un momento en donde creemos que ya hemos cumplido nuestro deber, no hay mas que hacer...justo en ese momento...me di cuenta que morir para mi era algo practicamente imposible

Cuando fue que llegó a ti el deseo de morir, Shishou? Eras invencible, Nuamaind y decenas de títulos que alaban tus proezas en combate - esperaba que no notase la mirada fija en sus muslos que quedaban al descubierto en ese traje - Peleabas por tu tierra, defendiéndola de abominaciones de todo tipo... ¿Por qué morir?

-Ella solo volteo ligeramente hacia el volviendo su mirada a la imagen, llenandose de recuerdos- Uno de los primeros duelos que gane, aun era muy joven pero habia dominado bastante bien el combate -Le causaba cierta nostalgia verse en aquellas epocas- Aun no ganaba la "habilidad" de ser casi inmortal...aun podia sentir la emocion de poder estar en el limite y seguir peleando...por vivir

Creía firmemente que el cuarto de Reanimación Etérea de Memoria estaba limitado a uso estricto para misiones... - diría la familiar voz del albino tras abrirse la puerta corrediza que daba al ya mencionado cuarto de operaciones, en donde su mentora observaba fijamente una imagagen de ella en un peculiar atuendo azul. Tsurumaru voltearía a verla y permanecería en calma hasta posarse a su lado, llevando las manos dentro de las mangas - Luce bien... ¿Cuál era la ocasión?