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— No, no estoy bien. Gracias. —

De hecho, la sola pregunta ofende. ¿Cuándo alguien pregunta “¿Cómo estás?” realmente se preocupa por ti o es simplemente es su forma de empatizar contigo? Siempre me ha parecido algo vacío, realmente carente de un sentido verdadero cuando alguien se acerca a ti preguntando “¿Cómo estás?” de forma tan cándida cuando es evidente que tienes un día de mierda.
 
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DilanGreyson · 31-35, M
Prestó atención a cada uno de los detalles que la pelirroja puntuaba, las marcas eran tan sutiles que no se podían ver a simple vista por el ojo humano. Otra cosa era el olor, él percibía los aromas a basura y sangre impregnados en el aire, al inició creyó que eso era lo que Scarlett mencionaba hasta que dijo la distancia.

— ¿Y qué esperamos?, ¡Andando! — Exclamó exaltado por ir tras el ser con ese aroma, estaba a nada de salir corriendo cuando se dio cuenta de que solo Scarlett podría guiarlo. — ¡Rápido Scar!
ScarlettCollet · 26-30, F
— Pffff, ¿Y te dices detective? No se por que las amas te tienen tanta confianza. — Era frustrante, ¿Cómo no podía ver el nombre “Khanz” escrito a lo largo del fémur?, o ese nauseabundo olor mas allá de la sangre coagulada. — ¡Ah!, espera, cierto que eres un humano común y corriente, bueno, más corriente que común. — Es tan fácil fastidiar a Don Magdaleno con cualquier cosita, el señor todo serio y solmene como si fuera Batman, no era difícil encontrar la verdad en su alma.
Tuve que mostrarle las marcas como me fuese posible, ¿Así se sienten las madres mostrándoles a sus hijos como limpiarse el culo sin mancharse los dedos?, que tierno.
— Y lo que más me jode, es ese horrible olor en todas partes, la persona que lo trajo no debe de haber tomado una ducha en siglos por que debe de estar a cinco cuadras y aún puedo olerlo. —
DilanGreyson · 31-35, M
¿Khanz?, ¿Cómo puedes saberlo? — tal parecía que para la mujer había algo que era evidente, que para el detective no era. Los huesos estaban llenos de marcas de dientes, similares a los de un tiburón si este le hubiera dado por morder hasta el último hueso en busca de carne. — Podría ser cualquier demonio, incluyéndote Scar, se parece a los huesos de pollo que dejas.

Aquella pelirroja era cuanto menos intimidante, su voracidad a la hora de comer era algo aterrador de ver, se le daba muy bien comer con facilidad diez cubetas de pollo KFC y aún preguntar si quedaba más pure de papa, por suerte el dinero no era problema, o de otra forma ella le hubiera dejado en la ruina desde el día uno.

Dilan se acercó más a los restos, no había nada especial en ellos que no hubiera visto antes, o mejor aún, alguna pista que pudiera darle el paradero del culto.
ScarlettCollet · 26-30, F
— Ay Alec, siempre tan poeta… — sin darme cuenta ya estaba usando uno de los fémures como tiza sobre el suelo, dibujando corazoncitos cual quinceañera enamorada. — ¿Qué?, no creo que le importe mucho, ¿Verdad amigo? — Para demostrarle a Dilan, tomé el cráneo sacudiéndolo varias veces como si dijera que sí. — ¿Lo ves?, no seas así Don Magdaleno, sabes que es obra de Khanz
ScarlettCollet · 26-30, F
Después de tres meses, fui yo quién entró a su habitación, le pregunté “¿Por qué me compraste ropa, me disté de comer y donde dormir si no piensas usarme?, ¿No estabas comprando una prostituta para coger cuando te viniera en gana?”. El no estaba en su cama, estaba sentado revisando unos libros bastante viejos en su escritorio y sin voltear hacía mi respondió “Se dice que Jesús era acompañado por la prostituta María Magdalena hasta el momento de ser crucificado, la realidad es que ella jamás fue una prostituta, es una etiqueta que cerdos le habían puesto para esconder la verdad” finalmente, giró la silla hacía mí y dijo “Y como ella, tú no eres una prostituta, en ningún momento pagué pensando en que lo eres y hasta ahora no lo creo. Te salvé porque pensé que podía darte un propósito, solo eso.”
ScarlettCollet · 26-30, F
¿Y entonces?, ay Alec, ¿Cómo podría olvidar a mi salvador?, mi caballero de brillante armadura quién valientemente me sacó de la casa hogar donde me prostituían con cualquier viajero, aquel amable señor que compró mi libertad y me sacó de aquel aparente infierno. Él fue el primero que me dio un lugar al cual llamar hogar, la primera noche en la que me llevó a su casa no cerré los ojos en ningún momento esperando por que entrará como el padre Hokins a darme su bendición de buenas noches, así que esperé y esperé, hora tras hora a que esa puerta se abriera… y nunca lo hizo, ni el día siguiente, o una semana después, mucho menos la primera noche en que pude dormir seis horas continuas, Alec jamás entró por esa puerta.
ScarlettCollet · 26-30, F
Quizá hacer un hombre de paja con toda la humanidad a partir de Alec no era lo más “Moralmente correcto”, pero la verdad me importa más un grano en el culo que toda la humanidad, desde el día en que nací nadie fue amable conmigo, pasaba de orfanato en orfanato siendo la “niña problema” de los directores pedófilos que no encontraban otra forma de justificar el violar a una niña de seis años noche tras noche, lo único que podía hacer era mirar hacía la cruz encima de mi cama rogándole a Dios que no me dejará despertar mañana, morir en la misma cama en donde era abusada fue mi mayor sueño hasta los dieciséis años.
ScarlettCollet · 26-30, F
Señor aburrido no hacía otra cosa que observar el cadáver sin decir nada, para decir cosas de mierda era bueno, pero para decir quién estaba detrás de todo no era nada comunicativo. Lo sabía gracias a su santidad Lilim, si la ama decía que debía proteger a este patán de porquería entonces lo haría sin preguntar. Así es Scarlett Colett con las ordenes de su ama. No pregunta, ejecuta.
Tampoco es que tuviera mucho que hacer realmente, el infierno era un lugar bastante aburrido estando sola en una celda, no podía quejarme del hambre ahí adentro, pero sin televisión, internet o libros el confinamiento es tremendamente aburrido. ¿Qué tenían los humanos de mierda tan importante que debían de ser protegidos?, lo desconozco, desde el día que deje de serlo todos y cada uno de ellos pueden irse a la más hedionda, asquerosa, nauseabunda y grande mierda.
DilanGreyson · 31-35, M
Muchos humanos incautos habían caído en las garras de aquella organización, convirtiéndose en acólitos que aleatoriamente eran escogidos como alimento mientras convencían a más gente de unirse.
Dilan hizo la conexión al encontrar cinco cuerpos seguidos en la misma semana, aunque decir “cuerpo” era bastante generoso para la pila de huesos roídos que llegaba a encontrar en los callejones. En cuanto comenzó a sospechar llamó a Aloqua para informarle de sus hallazgos, ella confirmó que tales actos debían ser obras de antiguos demonios, ambos fueron a informarle a Lilim quien le encomendó la misión de encontrar y detener al culto, pero al ser un simple humano luchando contra demonios necesitaría algo de ayuda.

— Scar, ¿Te importaría no jugar con los huesos?, ten un poco de respeto por los muertos. —
DilanGreyson · 31-35, M
— ¿Qué?, solo te pregunte como estabas. — Genuinamente confundido, Dilan no sabía a que se refería la lunática de Scarlett con “Filosofía de cartón”, no recordaba haber hecho alguna pregunta especialmente específica con esas características.

Scar era la peor compañera que pudo haberle tocado, era demasiado hiperactiva e impredecible como para ayudarle a resolver la misión que Lilim les había encargado, aunque debía de admitir que no podría hacerlo sin sus habilidades sobre humanas para el combate, por más que le costaba admitirlo ella era la única que podría luchar contra los horrores que había presenciado.
Lilim les había encargado investigar a un posible culto a Lucifer, algunos de sus viejos adeptos habían escapado de la purga en el infierno hacía la tierra, creando la iglesia del “Neo-Satanismo” con el fin de revivir a su antiguo maestro.

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