... Se acercó en silencio para con esos delicados protocolos servirle la bebida, Zœel era habil y precisa con sus acciones casi que lo hacía parecer un arte. Halló lugar a una distancia prudente del varón y le hizo entrega de la copa

— Qué sea de su agrado, Lord— Por respeto no le dirigia la mirada de forma directa, solo para hablarle.

Zœel simplemente aguardó a las palabras del hombre, aunque mostrara un temple indestructible e inmutable muy adentro de su ser realmente se sentía intimidada por Satanachia,siempre desde que le conocía era así y no lograba acostumbrarse.

— Enseguida, Lord— Sabia con exactitud cual era el licor que él deseaba, era el mismo que a Lady Chordeva le fascinaba y solo compartía con él. Sin dar muchas más "largas" al momento la Maiden se apartó de allí en silencio para buscar la dichosa botella.

En la licorera soltó un suspiro y agarró la botella por el cuello tratando de canalizar el ferviente nerviosismo con esa acción. Sin más decidió regresar; una copa y la botella la acompañaban los cuales descansaban en una pequeña mesita que se trasladaba gracias a las pequeñas ruedas que la soportaban, la botella reposaba entre una elegante cubeta de vidrio con hielos en su interior...

...en el aire incrementaba tanto que podría cortarse con unas simples tijeras sin filo.

— Tráeme un poco más de ese delicioso vino que tanto le gusta a Chordeva. —

Ordenó, decidiendo mostrar incluso su arrogancia contra la servidumbre del palacio. Mantuvo su postura relajada, sin molestarse por la llegada de Zooel. Recorrió el esbelto pero bien formado cuerpo de la pelinegra. Primero con un dejo de lujuria típico de él y luego con un brillo violento. Fantaseaba ya con pronto matarla junto al resto de los habitantes del enorme recinto.

El rítmico golpeteo en la madera se robó la atención de Satanachia en cuanto llegó a sus oídos. Giró la cabeza en dirección a este, atento a quien vendría a interrumpir su inesperada paz en Malebolge. Como solía pasar varias veces al año, Satanachia fue a visitar a su hermana. Aprovechaba la ausencia de Flauros del círculo del infierno para acudir a Malebolge sin pasarla molesto por tener que posar los ojos en él. Pero esta ocasión fue diferente. Ya no le importaba mantener la máscara de "paz" que mantenía frente a su hermana. La guerra se acercaba y debía deshacerse de ellos cuánto antes. Había acudido esta vez como un descarado símbolo de arrogancia, como si le quisiera embarrar a la pareja en la cara lo poco que le importaba su futura tarea. Estar ahí, como si nada, como si sus múltiples amenazas fueran cualquier cosa, era su manera de mostrar a Chordeva que ese lazo cercano que alguna vez los unía estaba ahora roto. La falsa diplomacia se palpaba con cada conversación y la tensión

La puerta del recinto en dónde él estaba se encontraba abierta,sin embargo Zœel como la excelente maiden que era se arrodilló en la entrada justo al lado de la puerta y extendió su puño para dar unos suaves golpes en la madera "Toc-Toc", se escuchó el hueco sonido de la madera al ser golpeada.
- Disculpe, Lord Satanachia...he venido a atenderle,¿gusta alguna bebida?,¿alimento?,¿música interpretada por mí? -

Cuestionó con una dulce voz tan caracteristica de ella y ahí observando el suelo con la misma posición reverenciandole como es debido, como indicaba el protocolo, como lo hacia con sus amos y las visitas de gran importancia como él. La azabache aguardo a su respuesta.