¿Ser útil? Eso suena muy... Raro. -Limitó su vocabulario pues no quería ofender a la señorita que acababa de decir eso con toda la inocencia posible.- Usted es buenaz entonces.

*Correspondo a la sonrisa sinceramente y orgullosa de mi labor respondo* Es un placer ayudar a los demás, siempre me gusta ser útil

-Cerró sus ojos mientras la chica hacía su trabajo. Con esa simple acción le dejó en claro a Satanachia que ella no era una simple mortal, era algo más. Cuando terminó y el ardor ya era inexistente, apenas un sentimiento fantasma, Satanchia le dedicó una sincera sonrisa- Gracias, señorita.

*Coloco mi mano diestra sobre su herida, de la palma emana una luz intensa, quema un poco pero no lo suficiente para dejar marca, un minuto después retira su mano y la herida desaparecido por completo* Creo que lo hice bien

Adelante. -Oculto su ligero asombro, pero se acercó a la dama con el hombro descubierto y dispuesto para ella.-

Me permite? *Señalo la herida*

Espero lo mismo, no puedo negar que el ardor está ahí.

Espero se recupere pronto

Por sí misma se curará. Nunca me he preocupado por tratar mis heridas.

Bueno eso es verdad pero si no se cura se puede poner peor