SayaOtonashi1535235

—El seguía entonando su sonata con la ocarina dejando que se esparciera usando de conductor el viento frío de la noche, observándose mas de cerca aquel instrumento que tocaba estaba trabajado de madera completamente sin pintura ni algo parecido para decorarlo, se veía que también se había manufacturado de forma tosca pero que no le daba una forma deforme, el al parecer había creado aquella flauta de pan con sus propias manos, incluso se observaban en estas unas pequeñas cicatrices de las cortadas que había sufrido al manufacturar su instrumento, sin embargo parecía que aquello valía la pena, aquella canción que entonaba solo usando aquel instrumento parecía tener un efecto tranquilizador en su persona, parecía que no solo relajaba su cuerpo, si no que parecía que su alma era tranquilizada, como si dejara todos sus males y pesares, los transformaba y estos sentimientos negativos eran finalmente transformados en aquella bella melodía, tampoco tenía prisa en llegar a algún destino en concreto, no le importaba que fuera de noche, se mantenía tan tranquilo en su semblante, ningún menester trabajo ni preocupación tenia en el lugar de donde provenía, siempre observando el cielo con una gran sonrisa, el escuchó aquellas palabras de una nueva presencia, pero solo negó con la cabeza,.al parecer intentaba decirle a ella que no se podía detener así como así, no le gustaba parar una melodía.

Desde el interior del bosque, varias de las criaturas oriundas del bosque comenzaron a acercarse a el saliendo desde los arbustos y del bosque en general, lobos, coyotes, conejos, pájaros, zorros, tejones y demás muestras de la diversa fauna del bosque comenzaban a salir de forma lenta de sus nidos y madrigueras, todos siendo atraídos por aquel chico, estos le seguían el paso resonando de igual forma junto al viento, a el en cambio no parecía molestarle la compañía, es mas, le agradaba mucho ya que mas seres disfrutaban de su sonata, aquella sonrisa se acentuó mas en su faz y seguía con su caminata pero esta vez junto a los animales, estos parecían olvidar sus instintos ya que estaban herbívoros con carnívoros en convivencia, como si aquel efecto tranquilizador de la melodía parecía hacerles olvidar aquellos instintos animales y convivían solo por aquella canción, aquel joven, la melodía que tocaba, era como una nueva versión de el flautista de Hamelin, quien atrae a los animales-