Satoru asintió con su cabeza ante la pregunta de Seijun, después de dar el comunicado levantó su mano diestra despidiéndose de ellos abandonando el aula para dirigirse a la siguiente y seguir asignando más misiones.
No podría negar que a Megumi no le agradó por completo aquella noticia. De alguna u otra forma se sintió infravalorado, pero si a su compañera la designaron como líder de la misión debía ser por algo, reprochar las decisiones de su tutor no era parte de su personalidad, por lo que se limitó a aceptar y a resignarse disimulándolo perfectamente. — Muy bien, entonces ¿A qué hora nos vemos para irnos hasta Machida? ¿O prefieres que cada uno llegue al punto de encuentro a la hora acordada? — Por más curiosidad que sintiera por conocer las habilidades de Hasegawa, prefirió mantener distancias con ella.
