- Te agradezco, pero la administración nunca escucha o hace algo al respecto. -Señaló Sapphire sin apartar la mirada del piso.- -Sabes, siempre he odiado este lugar, daría lo que fuera porque se destruya y todos mueran enterrados vivos. -Apretó ambas manos cerradas en forma de puño.-
Estando en la misma clase, sabía cómo le habían tratado a Sapphire, aunque no había dicho nada en ese momento, quería mejorar su poca actividad con el problema, de alguna manera, quería compensarle que no había hecho algo para intervenir.
—Oye... Noté cómo te han tratado, y quiero que sepas que pienso que es horrible que la profesora fuese así contigo. —Se inclinó un poco hacia adelante para poder verle al rostro, apoyando los codos en las rodillas. —Tenía pensado que quizás pudiéramos ir a hablar con administración y poner una queja, y si necesitas que alguien hable por ti, yo lo haré. — Ella se consideraba valiente y habladora, por lo que no dudaba en representar a la muchacha frente a otros. Le dio una palmadita en el hombro con suavidad, sonriendo levemente.—No estarás sola, ¿okay?
-Había tenido un mal día en el salón de clase, especialmente con el muy presente favoritismo de la profesora con algunos alumnos, y por supuesto, el desplante hacia su presencia.-
-Estando perdida en sus pensamientos y en la tristeza que invade su mente, escuchó una dulce voz, por ende, Sapphire giró su vista de reojo y simplemente asintió con un leve movimiento de su cabeza sin responder con palabras, aceptando el chicle con sabor a fresa mientras esconde su mirada bajo el flequillo de su rizada cabellera.-
—Hey, ¿estás bien?— Brianna tomó asiento junto a la muchacha en el patio, ya la había visto con anterioridad en los pasillos, así que cuando le vio sola, no dudó en acercarse. De paso, le ofreció chicle de fresa.
