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SamanthaDAngelo · 31-35, F
@Lobo Theczarnian:

Hola Lobo ~~

*Agudizo su tono con evidente emoción de ver al czarciano rondando por ahí, acompaño su cantarina voz con movimientos de sus brazos donde hizo presión hacia abajo rejuntando más la grosera vista que tenía de sus voluminosos pechos.*
SamanthaDAngelo · 31-35, F
@Darius The One-Armed:
*Dejo de reírse de súbito, ahora sus cejas se unían formando una línea. *

Si, me agradas, eres gracioso.. de buen ver
* Le dedicó una mirada lujuriosa de arriba a abajo* pero calladito te ves más bonito muajaja ~
*Movía de un lado al otro el tabaco entre sus labios, sosteniendo el humo y sacarlo ya al final por la nariz. *

Oh no,no ,no chiquito; yo follo por placer no por dinero. *Negó con el índice de la mano diestra con una socarrona sonrisa *
Tal vez quieras comprobar con tus ojos a que me dedico.

*Acerco sus pasos al vaquero y le dio un folleto que sacó del bolsillo derecho de su casaca. En dicho papel de color azul y arrugado solo decía dos cosas. Lugar y hora. *
LoboTheczarnian · 31-35, M
Hawr hawr hawr...SENOS puso grandota la rubia -Silba obscenamente empleando los dedos corazón y pulgar de su diestra para acrecentar el chiflido ordinario que surge de sus labios.-(?)
-No obtendría expresión alguna por su parte, menos ante aquella escandalosa risa de la que tuvo que rascarse la oreja. Era un tanto aguda. Y tediosa.-

Y tú tan cegada por el progresismo. Fíjate qué distintos somos y qué tan bien te caigo de repente.

-Tomó el puro encendido entre los dedos de la prótesis metálica, de éste escalaban espirales de humo que alcanzaban a inundar el ambiente con un aroma a tabaco que se entremezclan con el de ella. Dos fumadores en un mismo sitio lograban llamar la atención con su común olor a nicotina allá por donde sus vicios circulasen.-

Yo sólo soy un extraño por aquí. Pero tú has de ser conocida por estas esquinas. ¿O me equivoco, señorita Perfecta?
SamanthaDAngelo · 31-35, F
JAJAJAJAJAJAJAJAJAA… *Tomó un par de segundos para recuperar el aliento después de semejante carcajada que le hizo doler el abdomen, incluso llego a doblarse ligeramente*
JAJAJAJAJAJajajajajajajaja…. Eres gracioso, debo admitirlo.
*Las acciones sobresaltadas de la rubia le hicieron dejar caer el cigarrillo al suelo, eso provoco que un infantil berrinche se posara en sus finas facciones al haber desperdiciado de forma tan pendeja su tabaco, tuvo que encender otro repitiendo todo el ritual, ahora metió las manos en los bolsillos de su chamarra. Si bien era una fría noche en aquellos lugares, para ella era una simple brisa de verano.*

¿Qué hace alguien como tú en estos rumbos? Darling. Tan chapado a la antigua.
Oh, así que eres una de "esas" mujeres. Aquellas que muestran su carne como si fuesen mercancía barata, olvidándose de todo aquello a lo que solían llamar "dignidad" y "honor". Ahora o enseñas demasiado o eres un machirulo.

-Si bien el vaquero con aquellas palabras pretendía demostrar su gran desacuerdo ante semejantes actitudes por parte del sexo femenino hoy en día, por obvias razones su mirada ocasionalmente se resbalaba de los ojos ajenos, atendiendo a otro tipo de detalles que delataban su afirmación anterior. Aquella amalgama de elementos femeninos solía distraerlo un poco, sin que tuviera que existir un pensamiento desagradable por su parte. No poseía la mentalidad de un viejo de pueblo, por el momento.-

Disfruto de tu positividad hacia la raza humana. Eres una mujer muy peculiar. -Estuvo a punto de preguntar su nombre, pero decidió no hacerlo.-
SamanthaDAngelo · 31-35, F
Owwww un caballero, ¿Dónde se ha dejado el corcel?

*Sarcástica como su naturaleza misma la mutante rebusco en el bolsillo interno de la casaca una cajetilla de cigarros para llevar la punta del cancerígeno vicio a los labios. Para ella no existían las trivialidades o los pretextos, era un sí o un no, punto*

Podrías ingeniártelas, me gustan los tipos con creatividad y me gusta mostrar mis curvas. El que las quiera ver que las vea, el que no, bien puede cerrar sus ojitos o mirar a otro lado.

*De otro bolsillo saco un encendedor guiando la flama hacia la punta del cigarro que no tardo en prender con una profunda calada. Parecía un hombre normal, pero su forma de pensar era muy anticuada, muy old school.*

Jajajaja ¿resfriarme? Creo que la última vez que padecí de eso tendría cuatro años. Los demás me importan una mierda, si se enferman, si se mueren. Mejor, mucha sobrepoblación..
Claro que he venido aquí. Qué menos que tener un poquito de cortesía en una noche tan fría.

-Contempló sus gestos, ligeramente asombrado por la impetuosa respuesta por parte de la rubia. Quién le diría que tendría las cosas tan claras, a tal punto de ir directa al grano.- ¿Qué? ¿Quieres que te diga lo bonitas que tienes las tetas como si fuera un perro verde? Ay, corderito, qué poca sensación de misterio la tuya.

-No le desagradaba charlar con personas de aquella clase, es más, le sonsacaba una risa genuina. Resultaban una buena forma de entretenimiento en las hastiosas sombras de la noche.-

No sabría decirte con esa ropa. Vas a resfriarte. -No era una preocupación real, mas solo un pequeño consejo.- Y tampoco querrás contagiar a otros.
SamanthaDAngelo · 31-35, F
¿Y cuál es el problema?

*Chasqueo la lengua y rodo los ojos, ahora le parecía más aburrido que interesante. Alzó la mano diestra a verse las uñas, paseo el pulgar por la base de sus yemas rozando con la punta de sus uñas, suspiro desganada con el siguiente comentario del hombre*

Pfffftttttttttttttttt… y sin embargo has venido aquí JAJAJAJAJAJA
*Su risa burlona y colosal hizo eco en el sitio, que doble cara le estaba dando en esos momentos. Se ajustó la chamarra de cuero negra, tronó el cuello al girar el rostro de un lado al otro para relajarse o para alistarse, tenía cuentas pendientes esa noche *

Puedo cuidar de mi culo demasiado bien.
Soy un hombre casado.

-Mentira. Solía serlo. Si bien era fiel a los sentimientos, permanecía un tanto frío y rígido al presentársele una situación como tal. No reaccionaba ante los gestos de la mujer.-

Muy atrevida, tonteando con desconocidos. -Mordisqueó el puro atrapado entre sus molares, con una sonrisa torcida, sarcástica.-

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