-La lujuria no debería ser un pecado. Demonizar algo como el placer de dos cuerpos húmedos conectados por el sudor y la pasión es tan carente de lógica... Dejando tanta palabrería, ¿no le apetece a nadie disfrutar de mi lecho con mi humilde presencia? *Sosteniendo un condón en una de sus manos, el joven híbrido de devorador y tritón esperaba que se presentase algún posible amante ante él mientras su lascivia se reflejaba en su amarillenta mirada*