su respiración ya estaba bastante agitada una vez arriba así que intentó calmarse mientras los primeros lobos llegaban a inspeccionar el árbol, la detectaron pero al parecer ya estaba fuera su territorio y por ahora la dejarían en paz aunque un par se quedó cerca vigilando que no fuera a volver.

y así fue la noche de su expulsión de la manada.

Sam buscó los ojos de su madre entonces, quien estaba al lado del alfa pero esta solo desvió la mirada y dio un paso atrás, no iba a hacer nada al respecto, allí fue donde sam comprendió que se había quedado sola. De inmediato el alfa hizo una señal con su mano a los betas quienes entendieron de inmediato que debían hacer, se abalanzaron contra ella en busca de atacarla, sam no tendría oportunidad contra ninguno de ellos así que no podía hacer mas nada que salir corriendo mientras los lobos iban detrás de ella gruñendo y aullando.
pronto la alcanzarían si no hacia algo, no era tan veloz como ellos así que subió al árbol mas cercano que encontró y trato de esconderse de su vista, sabia que por el olor la encontrarian fácil pero no podrían bajarla de allí.

-ERES UNA DESGRACIA, UNA DECEPCIÓN, LÁRGATE DE MIS TIERRAS!...

gritó con voz potente el alfa de la manada mientras señalaba a la joven loba, aunque nisiquiera sabia si podia llamarse asi, todavia no habia tenido su primera transformación.

-... Y NUNCA VUELVAS!

Terminó de hablar e hizo que los betas , en su forma animal la intimidaran para hacerla alejar, le gruñian y enseñaban los colmillos mientras una temerosa Sam retrocedia tratando de alejarse de aquellos lobos que estaban dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de hacerla salir del territorio de su alfa.

- Pero.. padre, yo puedo entrenar y...

Intentaba buscar una forma de salir de ese problema pero no pudo terminar de hablar, el alfa la interrumpió con un gran gruñido mientras sus ojos se mostraban completamente rojos y con furia volvia a gritarle.

-NO ME LLAMES ASÍ, NO SOY TU PADRE, NO PODRIA SERLO DE UNA DESGRACIA COMO TU!...