On: Las calles de Manhattan se encuentran en su plenitud, una ajetreada y vivida ciudad, las luces de alumbrado publico a pesar de parpadear constantemente brindaban un falso sentimiento de seguridad a los habitantes permitiendo andar a altas horas de la obscura y fría noche sin preocupaciones, carentes de carácter en si se hallaban los transeúntes neoyorquinos de un lado a otro en las ajetreadas aceras. Mas el negri-azul de arriba se iba acoplando con un negro total. El amado satélite natural de la tierra no figuraba esta noche, el calendario hábilmente calculado indicaba luna nueva, las personas incredulas eran afectadas por este suceso haciendoles torpes socialmente, disputas en bares y cavernas eran la moda que seguía la ciudadela. Una intensa lluvia sin advertencia corre a las personas de las calles dejándolas completamente diluidas de esencia humana, el aroma de la humedad disfrazaba el que hiede un cuerpo del que apenas una parte de su muñeca sobresale del combinado entre fango las raíces de un árbol de talle grueso dado a su longeva existencia, este mismo se localizaba en medio de un parque de juegos. Recargado entre las metálicas y oxidadas figuras se encontraba recargado en estas un azabache de mirar muerto color carmesí asentados por unas ojeras bien fundamentadas, poseedor de una complexión delgada, palidez casi enfermiza, altura de 1,99 m y rostro manchado por un tono escarlata que se corría ante la presencia de las gotas provenientes de los cuerpos gaseosos.Su negra vestimenta, compuesta por un jeans y una camisa de manga larga/cuello redondo era complementada únicamente por una característica máscara de hockey gastada y sucia que le cubría parte de la cabeza al estar mal acomodada.En su rostro, una expresión de impaciencia y insatisfacción. Observaba a aquel árbol entre la 5ta y Brown. ”
