—Solo tenías que comportarte solo tenías una sola tarea pero andas renegando.

Uy. —observa apoyada desde un muro y bebiendo cerveza.— se viene pelea.

Pero fuiste tu la que me amenazó en un principio. Creo que la insolente eres tu, no te parece?

Lo era, no me gusta que me hables así.

No se inmuta ante el golpe, rodando los ojos. – Oye, ¿era necesario eso? –

Más respeto insolente - le da un golpe en la boca son la punta de su cola-

Como dicen "Un tropezón no es caída", ya estoy acostumbrado a ello, mujer benevolente y pecadora.

Cuando dudo es por qué peco de benevolente. Así que te gustan los golpes, yo quería solo darte tropezones en la vida -hacer la vida de cuadritos a los demás era su especialidad -

Para querer ser tan amenazante, dudas mucho... Vaya

Bonito desafío. No, no lo es...es decir no es un desafío.