Se acercó a él dando brinquitos con todo y silla como una niña pequeña — fufu! Los guerreros antiguos conocían todo de sus enemigos, que vestían, que comían, que les gustaba o disgustaba...así que...creo que tienes que comenzar a conocerme mejor — le guiñe un ojito — ¿No lo crees?

— ¿Y.. Cómo se supone que sepa que clase de besos te gustan? — Exclamó con un tono rojo en su rostro. Ocultó dicha cara con su mano izquierda, extrañamente, esos silbidos le traen calma. —

— Uhm... — parpadeó un par de veces pensó que no lo haría — ¿Eso fue un beso? Yo esperaba algo más como de esos besos ruidosos y tronadores fufu pero me conformo con eso — comienza silbar alguna melodía desconocida, parecía estar de buenas

— ¿B-Besar? Te refieres a la mejilla.. — No sabe por qué se inquieta tanto con las jugarretas de la cuernuda. Pero lo hace. Se acercó más inclinándose hasta hacer contacto con la mejilla delicada en un beso corto.

— Fufu gané — dijo satisfecha por el resultado del juego y luego con su dedo índice señaló su mejilla — tienes que besar a esta oni como castigo mujuju

¿Q-Qué? Dónde escuchaste eso.. — Funcionó. Cómo no avergonzarse con tal sugerencia, en sí, por que vino de la nada. El sonrojo en su mirada fue lo que le impidió mantener quieta su mano y terminó tirando la torre. — ¡Noo! ¡Maldición! — Se agarró su rubio cabello en una pose típica de desesperación. Perdió contra la cuernuda.—

Empujó uno de los palitos con tanta facilidad que prácticamente salió solo por el otro lado y cayó sobre la mesa — dicen los humanos que los hombres de manos grandes tienen el miembro el doble de grande fufu ¿será cierto? — solo comentó eso para distraerlo y ponerlo nervioso — cuidado no tires la torre mujuju.

— Aquí es donde mis dedos grandes no me ayudan... Y tengo que.. Cuidar mi fuerza. Es difícil en verdad. Tal vez lleves la ventaja por ser pequeña.

— Fufu entonces...el juego consiste en tirar cada uno de los palitos sin derrumbar la torre? Parece algo fácil para alguien de manos rápidas y dedos finos como yo mujuju.