-Hizo un leve parpadeo, claramente no la podia dejar asi por asi. Dejo salir un suspiro, pasando a poner firme su brazo, permitiendo que ella pudiese sostenerse de el- Supongo que no hay de otra ¿Donde te llevo?
Claro que puedo... -Trató de mantenerse en pie, más no logró hacerlo, soltó una risita, estaba tan mareada que tuvo que sujetarse del brazo del arquero para no caer.- O quizás no. Pero Dios te ha puesto en mi camino para ayudarme. ¡Alabado sea! -Alzó la mano en la que llevaba la botella, sin poder evitar derramar unas cuantas gotas por el brusco movimiento.-
Quizas lo sea, Santa del dragon. -Una vez pudo ponerla de pie, se aseguraría que al menos pudiera caminar, por lo cual primero solto su mano con un mento cuidado- ¿Puedes pararte?
¡Uno nunca tiene demasiado de Dios! -Se mostró reacia al principio, pero terminó por alcanzar su mano, quizás si se había pasado un poquito... bueno, ya haría ayuno y penitencia después. Se levantó con algo de dificultad, no sin antes tomar la botella que aún tenía vino.-
-Claramente no estaba convencido, las labores del arquero parece que incluso iban mas alla de las anomalias. Este se aproximaria hasta la Rider, exteniendo su diestra- Hay que levantarse, probablemente ya tengas demasiado alcohol.
