- Muy pese a la edad sabía que sería una mujer hermosa cuando creciera. Pero las situaciones en tal momento no eran mas que las de cuidarle y protegerla sin límite o contemplación. Un "jugueteo" lo llevó a hacerla saltar en su posición elevándola un poco, como si se hubiese trompicado, pero todo bajo control cuando volvió a sujetarle fuerte entre sus brazo.- ||
-Llevó su pulgar sobre sus cerezos labios y poco a poco se fue rindiendo ante el amodorramiento del sueño. La forma humana de Daki, era la de una niña de trece años con tez blanca, albina y ojos verde zafiro. Su estatura era relativamente pequeña y su peso, insignificante. Sus pies descalzos colgaban a los costados al igual que su linda cabecita. El roce con el cuerpo ajeno era tan cálido y gentil que la hacia caer en una especie de enamoramiento-
- No exhortó ningún tipo de sublevancia a su acto. De hecho no tenía derecho, así que simplemente le tomó de las piernas, de un empujón se aseguró que se elevara más a su espalda y comenzó a caminar como si de tratara tal de mantener a su princesa a salvo.- Prometo que ya no lo haré ||
// ¡Malo! ¡Malo! u u No te perdonaré si vuelves a abandonarme. -Se le trepa sobre la espalda y le espolea los costados con sus dos tobillos- ¡Ahora tienes que recompensarme! -Muy engreída como una princesa lanzaba órdenes y se abrazaba posesivamente de su cuello. Muy lentamente se fue acurrucando como una criaturita sobre su espalda-
