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Sa1578509 · 18-21, F
[code]...doquier para cubrir cada flanco y cada hueco a su paso hasta que se trepó por el objeto de madera prensada y selló ambas puertas con el azote retumbante. En el oscuro interior a salvo la pequeña, inofensiva y herida demonio temblaba incapaz de acercarse a la luz. [/code]
Sa1578509 · 18-21, F
[code]Sus gruesas y largas pestañas de abanico se abrieron regias por la terrible frustración. Sus ojos se congelaron reviviendo el trauma de ser incinerada viva en su humanidad. Estranguló un gemido agónico cubriéndose como un niña pequeña e indefensa debajo de sus manitas y fardos de tela que fluían al unísono con sus emociones a través de su cuerpo, cubriéndola justo como una caparazón. De un tirón la mujer se arrojó a la sombra buscando desesperada en su estrepitoso escape encerrarse primitivamente por debajo del suelo pero estaban dentro de la Casa de la Familia Kyoguku, donde ella había alternado varios escondite,s arreglándoselas siempre con improvisada audacia llegada la hora. Aun así no pudo evitar que un rayo solar penetrara su brazo, descarnándolo. Corrió hacia un antiguo ropero mientras las capas de telar se disparaban por...[/code]
JokerRen · 31-35, M
había llegado a ser transformada, o su situación en aquel entonces para haber accedido a medida tan drástica, pero estaba en ese momento queriéndola salvar; apología blasfema al código que juró llevar al instante que blandió su Nichirin contra los de su estirpe, pero sabía que ella aún no debía morir ahí
JokerRen · 31-35, M
Esta vez la posición no le dejaba mucho porcentaje de movilidad en ninguna parte, aunque lo único que lo apartaba de una realidad sesgada era el mero peso de su cuerpo; uno que podía fácilmente levantar... Si no fuese porque ahora con la extremidad maniatada a su seno le era imposible siquiera solventar el intento de curvear la espalda. En todo momento evitó siquiera que los dedos fuesen partícipes de tal acto, pese que nunca negó el atractivo dela chica pese que el tacto a su piel era frío, pero suave ante lo único que no pudo apelar para no servir a su movimiento: la palma de su mano.
Tuvo que redoblar el esfuerzo para levantar la mirada no hacia ella, sino tras el horizonte que denostaba ya la cercanía más irremediable del amanecer. Sabía que por su hambre estaba condenándose, y no cargaría con el peso de quien aún no estaba del todo perdida en la miseria de la lujuria implacable por los hombres.
— ¡Ume, el sol! ¡Te vas a quemar!
Desconocía por completo como
Tuvo que redoblar el esfuerzo para levantar la mirada no hacia ella, sino tras el horizonte que denostaba ya la cercanía más irremediable del amanecer. Sabía que por su hambre estaba condenándose, y no cargaría con el peso de quien aún no estaba del todo perdida en la miseria de la lujuria implacable por los hombres.
— ¡Ume, el sol! ¡Te vas a quemar!
Desconocía por completo como
Sa1578509 · 18-21, F
[code]Y ya estaba preparada para matarlo. Le azotó contra el suelo al subírsele encima y casi ahogarlo con el grito de la revancha inextinguible ahora en sus iridiscentes y desorbitadas orbes de loba sexual. Destacó entonces sobre él su cuerpo vociferante de curvas y atributos manjares colgantes y bamboleantes, se deslizó una de las tiras de su vestido como la cortesana de renombre número uno y convirtió la mano ajena en un gancho gustoso explorando y amasando su bien formado seno derecho. —Te haré miserable, Tanjiro. Te has re-encontrado conmigo para odiarme todavía más. —Se dejó resbalar sensualmente sobre su cuerpo buscando erizarle la piel y hacerle sufrir de alguna recóndita inquietud. Sus labios quemaban con ese ferroso brebaje. Seguramente iba a descartarla con otro golpe pero cada vez iba a desesperarlo de una manera más retorcida que la otra. [/code]
JokerRen · 31-35, M
canturreaba en cercanos lugares. No lo estaba dejando pensar una solución hasta que casi como una parafernalia pasó delante de sus impresionada mirada, cual abierta por el frío nudo en su estómago recordó que eso era mas que el pregonero natural de un pronto amanecer.
Parecían horas esos segundos que tuvo que disponer de la vista tras de sí y, entre las grandes montañas, empezaba a disolverse la oscuridad de la noche abriendo paso al enorme ojo ardiente que asomaba su corona entre cortinas de roca.
— Maldita sea...
No hubo refreno para analizar la situación cuando casi en un instante tomó a la demonio, colocando el abdomen de la misma sobre su hombro para cargarla y, en un intento desesperado por salvarla cuando probablemente ella hubiese podido correr, ocultarse o moverse mejor; se sostuvo en sus piernas para ser él quien corriera en cualquier dirección lejos de la luminiscencia aquella
Parecían horas esos segundos que tuvo que disponer de la vista tras de sí y, entre las grandes montañas, empezaba a disolverse la oscuridad de la noche abriendo paso al enorme ojo ardiente que asomaba su corona entre cortinas de roca.
— Maldita sea...
No hubo refreno para analizar la situación cuando casi en un instante tomó a la demonio, colocando el abdomen de la misma sobre su hombro para cargarla y, en un intento desesperado por salvarla cuando probablemente ella hubiese podido correr, ocultarse o moverse mejor; se sostuvo en sus piernas para ser él quien corriera en cualquier dirección lejos de la luminiscencia aquella
JokerRen · 31-35, M
— No lo haré. Eres más fuerte que esto
De hecho ni siquiera estaba seguro de lo que decía, pues en cierto momento sus ojos no mostraron mas que compadecerse de ella; de su insaciable hambre que le orillaba a actuar de esa forma. Mientras sobaba la herida del cuello, sabía que sus arranques no eran producto realmente de su personalidad, sino la de su hambre insaciable por carne y sangre humana, y hasta sintió un arrepentimiento por haberle lastimado la frente, que lo demostraba casi queriendo acariciar la zona del golpe, pero sabía que eso sólo sería combustible al fuego de su hambre irracional y no tendría otra oportunidad de salir avante. Se puso de cuclillas a un lado de esta como mera metáfora de la culpa que estaba recorriéndole la psique por su actuar incluso peor que el de ella por sobrevivir.
Estuvo a punto de disculparse en viva voz, pero por un instante el sabor de la demonio aún imbuido en su paladar retribuyó para alargar el silencio cuando un pajarillo
De hecho ni siquiera estaba seguro de lo que decía, pues en cierto momento sus ojos no mostraron mas que compadecerse de ella; de su insaciable hambre que le orillaba a actuar de esa forma. Mientras sobaba la herida del cuello, sabía que sus arranques no eran producto realmente de su personalidad, sino la de su hambre insaciable por carne y sangre humana, y hasta sintió un arrepentimiento por haberle lastimado la frente, que lo demostraba casi queriendo acariciar la zona del golpe, pero sabía que eso sólo sería combustible al fuego de su hambre irracional y no tendría otra oportunidad de salir avante. Se puso de cuclillas a un lado de esta como mera metáfora de la culpa que estaba recorriéndole la psique por su actuar incluso peor que el de ella por sobrevivir.
Estuvo a punto de disculparse en viva voz, pero por un instante el sabor de la demonio aún imbuido en su paladar retribuyó para alargar el silencio cuando un pajarillo
Sa1578509 · 18-21, F
[code]Toda esa amable paciencia y misericordia iba a comprometer tarde o temprano su vida al ser alguien tan mortalmente desprendido. El embate culminante de la superficie lisa y dura de su frente tan fuerte fue tan rotundo que con la ola del impacto los cabellos blancos de la demonio ondearon y sus ojos se desviaron resonando el shock por debajo de sus finos párpados. Su cuerpo pálido y esbelto cayó derribado al suelo como una encantadora flor marchita con todos sus pétalos vaporosamente desplegados apenas emitiendo un grito silencioso. Algunos huesitos de su frente se habían roto y su energía evidentemente había sido extraída y volcada. La regeneración iba a tomar unos segundos, empezando a bullir la oscura energía a modo de advertencia mientras el cuerpo listo y vibrante comenzaba a repiquetear insaciable apetito. Sus ojos se abrieron refrigerados de cualquier emociñon, evaluándole estática y mortecinamente. —Huye. O volveré a atacarte.[/code]
JokerRen · 31-35, M
arduo de devolverla a su caprichosa actitud, su cabeza golpeó la frente de la chica con toda la fuerza que pudo inseminar en esa posición y al cuidado de mantener al mínimo lo que esos molares pudiesen provocar en su ya mallugada piel. La ventaja de tenerla cautivada en lo que podría ser su festín le dejó un blanco claro de arribo: su frente. No deseaba lastimarla, sino dejar lejos de este su cuerpo, o en la suerte de correr con ella: que la retribución del impacto sosegara esa hambre para demeritar nuevamente su lado "amable"... O mejor dicho: su lado chipil de infante histérica
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