Esa línea de la me hablaste antes, la que dices que crucé... Esa línea es lo único que me impide matarte. Pude haberte matado cuando quería, quizás una parte de mí se dió cuenta de lo que estabas haciendo era lo correcto. Pero cualquier sentido de justicia, cualquier sentido de piedad que tenía por tí... A partir de ahora se ha ido. Es tu nueva realidad. No te metas en mi camino, y yo no me meteré en el tuyo. ¿Entendido?