- Nisiquiera... Deseas verlo, es un dibujo de un parque con árboles y un pequeño río con peces. -Dijo con desánimo, sabiendo de antemano la seriedad del vampiro, sintiéndose sola de nuevo, quizá sea mejor dejar al rubio tranquilo, o de lo contrario, podría ser más letal que aquella profesora a la que tanto le teme.-

— No te confíes... —Dijo entornando los ojos y luego de mirarla por un breve periodo mientras la oía hablar de dibujos, recordó el garabato que le obsequió hace tiempo. El joven vampiro no era muy comunicativo, en especial con los infantes— No necesito un dibujo, no pierdas el tiempo. —Finalmente decidió irse, iría al salón de música, tal vez a dormir... Tal vez a tocar el violín... Ya vería qué hacer.

- No lo creo, Shu. O bueno, tú no has sido malo conmigo y eso es algo que debo agradecer. -Le esbozo una dulce e inocente sonrisa.- Sé que son vampiros, pero a decir verdad, les tengo más admiración que a un humano en común, los humanos adultos son malos y cada vez los entiendo menos. En la escuela no tengo amigos porque dicen que soy rara, porque siempre hago dibujos con mi propia sangre, incluso quise hacer uno para ti, como regalo.

Observó el gafete para enseguida negar con la cabeza. No solía ir más allá de la mansión o el instituto y tampoco le interesaba conocer el exterior— Ya veo... —Susurró incorporándose— No es mucha la diferencia de quienes merodean por aquí... —Agregó refiriéndose a sus hermanos, algunos eran... Igual de enfermos, o quizá más...

- Es un internado. -Dijo mostrando un pequeño gafete que cuelga debajo de su uniforme: Colegio Sorianol.- ¿Has escuchado de ese sitio?

— Vaya métodos más primitivos... ¿A qué clase de colegio asistes? —Enarcó la ceja, si bien no era de su incumbencia, oyó cierta inquietud en la voz de la infante.

- Lo está, a veces me da miedo, porque verás en una ocasión, un niño copió en un examen de historia, luego lo sujetó del cabello, le golpeó con un palo y le dejó desnudo Enmedio del patio atado en un poste. -Explico con cierto temor.- A veces está de buen humor, entonces mientras está en su versión enloquecida y furica, prefiero escapar, así no me recordara, es mejor huir y esperar a que todo se calme ahí dentro.

¿Castigos? El mayor esbozó una ligera sonrisa— Tu profesora debe estar enferma... —Tras cerrar los ojos por un momento, suspiró, no estaba en posición de llamarle la atención por huir de clases, él solía saltárselas por mera desidia.

- Me salí de la escuela porque todos ahí dentro están de un humor horrible, no quise ver toda la clase de castigos que mi maestra quiere poner, entre menos te cruces en su camino,.menos te recordara. Entonces,... Preferí venir un momento contigo, no quisiera molestarte. -Respondió preocupada sin temer del joven vampiro.-

— No puedo quedarme dormido por tanto tiempo, ¿no crees?... —Agregó colocándose en cuclillas frente a ella para estar en una posición idónea— ¿Qué haces aquí?