No habló por qué su hermana lo dijo todo, trato de disimular sus nervios ante la presencia de aquel chico, estaba viendo por el rabillo del ojo como se quita la camisa viendo ese torneado y firme abdomen, cuando se sintió descubierta por su hermana al pedirle asistencia a lo que de inmediato reaccionó y le ayudó.

— Oui, bien sûr, tout de suite.

Y así le llevó sus toallas, entregándolas a ella mientras mira si espalda.

» Se quito la playera negra que llevaba ese día, para recostarse en la camilla, dejando que la morena trabajara como le placiera, sin moverse mucho. Su espalda era uno de los pocos lugares de su cuerpo donde aún no había tinta. Estaba un poco impaciente como cada vez que iba a tatuarse pero lo disimulo lo mejor que pudo, así como su interés por la chica de cabello rosado.

— Digamos que es parte del saco de ser mafioso, no puedo tener penas con quien cosa o pinte mi piel.

Se carcajeó por el hecho del comentario, el menor claro que era todo un caso, seguramente así eran los italianos aunque podía ser solo él, se escogió de hombros restándole importancia desinfectando y en plastificando todo lo que tenía que ser plastificado.

Se colocó los guantes y trajo el stencil junto con el líquido para este, señalándole al peli azul que estaba a aún costado de la camilla.

→ Seductor y desinhibido el hombre, solo la camisa y recuéstate boca abajo.

Luego miró a su hermana con detenimiento.

→ Gabi pásame las toallas que están en el estante de enfrente

La chica de cabellos rosa miró a su hermana cuando le escucha llamarle y casi como si saliera de un trance agita ligeramente su cabeza y asiente repetidas ocasiones.

— Ah sí! Con gusto Sophie.

Le da una última mirada al chico antes de darse vuelta para comenzar a acomodar las cosas, pero cuando escuchó las últimas palabras del varón soltadas a la ligera se puso algo roja, ¿Dónde se haría el tatuaje? Discretamente miró a su hermana con una cara algo confundida pero muy roja.

» Parpadeó un par de veces cuando apareció la chica del Instagram, pero ¿quien era la otra? Que cordialmente lo invitaba a pasar. Entró sin ninguna problema, poniendo atención al estudio, no era más pequeño que el que poseía en casa, ni mucho menos decorado pero si le sorprendió la austeridad, no era lo que imagino en una entrada.

Asintió a las palabras de la chica siguiéndola a la camilla quedándose de pie junto a esta.

— Con todo y mi hermosura ¿me desnudare?

» No lo pensó simplemente lo dijo y no le incomodaba el hecho de hacerlo.

Emperezo a recortar lo que estaba colocando en el stencil, cuando oyó la voz masculina supo que su cliente Italomexicano había llegado, sabía de él porque conocía al Narco del norte de Mexico la mayoría venían a tatuarse con ella, una vampira con dotes para el dibujo, además hija de una de las familias más poderosas en el mundo vampírico, tenía fama entre muchos. Se pudo de pie y camino hasta la entrada.

→ Vaya si que era guapo, anda ya está listo todo espero no te moleste que mi hermana esté aquí

Camino de vuelta a la camilla para comenzar, su hermana podría pensar que engañaba a alguien pero ella la conocía mejor que cuál quiera por lo que la hizo partícipe de aquel momento.

→ ¿Gab oye puedes ayudarme?

Al ver al chico detrás del marco de la puerta quedó bastante sorprendida, era un hombre tan atractivo que casi no podía apartar la mirada de él, sabe disimular así que sin quitar su sonrisa le responde al cuestionamiento.

— No, yo soy Gabrielle Pointe Du Lac, la hermana de Sophie, puedes pasar.

Se hace a un lado y lo deja pasar, le habla a su hermana con algo de suavidad.

— Sophie, tu cliente llegó...

» Cuando abrieron la puerta se sorprendió un poco por la melena rosada que le abrió, parpadeó un par de veces, pero no retrocedió. Recordaba que la foto en Instagram era de una morena, claramente la que estaba frente a él no era.

— ¿Sophie Pointe Du Lac?

No le prestó la más mínima atención al rostro de su hermana por lo que veía en su celular solo asiente y se pone de pie para ir a abrir la puerta y recibir al cliente de su hermana con una amplia sonrisa en sus labios color cereza.

— ¡Buenos días y bienvenido!

Aun tenia las manos puestas en el stencil cuando la puerta sonó, estaba tan concentrada que tardo un par de segundos en poner atención, mirando a su hermana con una sonrisa, algo aniñada como si pensara en una travesura.

→ ¿Puedes Abrir Gab?