— ¿Verdad que si? Aunque... es algo pesado soportar sus efectos. Por eso he de usarla como último recurso. Además, también mantengo el escudo de José de Arimatea, que resulta muy útil en repeler el fuego.

— ........

El joven se ha quedado impresionado y sin palabras al escuchar ese nombre, sacudió un poco sus cabellos y luego solo pudo reir.

— Vaya responsabilidad más enorme!

— Humm... ¿En serio? Ya veo... Te diré un secreto. Es verdad que alguna vez pertenecí a la orden de caballeros negros, aunque... todo fue antes de volverme miembro de la Mesa Redonda. Mi espada aún la porto conmigo, aunque su habilidad no es tan grandiosa como lo son las espadas de Gawain y mi Rey. La lanza... es otra de las lanzas sagradas, misma que me fue confiada para custodiar: Longinus.

— No eres el príncipe de una tierra, no usas una espada o fuego sino que usas una lanza, no eres pelirojo ni perteneces a la órden de los caballeros negros. Como dije lo único que comparten son el nombre, jajajaja , aunque tu eres mucho más agradable de lo que se cuenta de ese hombre!

— ¿Diferente? ¿Como diferente? @Bayaseto Mc Diethel: ¿Soy diferente? Eso es raro... quizás haya conocido a otro Percival.

— Debo decir que eres muy diferente al Percival que hay en los diarios de mi padre, aunque es normal, es otra tierra totalmente diferente, lo único que comparten es el nombre .