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Erzebeth · 26-30, F
-No le hace falta ver para saber que el caballero está pasando por un mal momento para su ánimo, para su integridad. ¿Pero qué puede hacer ella?
Desde muy pequeña ha sentido el ánimo de otros a su alrededor. Un rasgo que no compartió con nadie.-
Quizá lo sabe y siente orgullo por ti... -Expresa con voz suave y conciliadora, como único consuelo a la pena del caballero por la pérdida.
Sin embargo, al este ofrecerle aquella manta, tan sólo le dedica una sonrisa, debajo de la capucha, aceptando la misma. Sabiendo que el frío comienza a sentirlo el gentil hombre.-
Espero que el castillo sea cálido. -Musita, más para que él sienta que debe estar ahí, quizá un ambiente cálido y familiar le vendría bien para sobrellevar la pena. Y algo de compañía. Quizá de alguien que busca huir de la propia, ahogarla, y olvidarse de la carga que conlleva.-
Desde muy pequeña ha sentido el ánimo de otros a su alrededor. Un rasgo que no compartió con nadie.-
Quizá lo sabe y siente orgullo por ti... -Expresa con voz suave y conciliadora, como único consuelo a la pena del caballero por la pérdida.
Sin embargo, al este ofrecerle aquella manta, tan sólo le dedica una sonrisa, debajo de la capucha, aceptando la misma. Sabiendo que el frío comienza a sentirlo el gentil hombre.-
Espero que el castillo sea cálido. -Musita, más para que él sienta que debe estar ahí, quizá un ambiente cálido y familiar le vendría bien para sobrellevar la pena. Y algo de compañía. Quizá de alguien que busca huir de la propia, ahogarla, y olvidarse de la carga que conlleva.-
SP1571450 · M
[...] ajena. Había cuidado de ella de no caer al subir y, tan pronto como ella estuvo arriba, éste buscó algo en las bolsas que cargaba el caballo, extrayendo una manta, misma que ofreció a la dama para cubrirse de la lluvia con una suave sonrisa que correspondía a la de ella.
SP1571450 · M
Las pesada lluvia caía sobre aquellos platinados cabellos, ocasionando que el volumen fuese perdido mientras su rostro se marcaban alguos diminutos ríos que descendían hasta su barbilla para buscar su final en el vacío que existían entre su piel y el suelo. Tal momento era propicio para dejar escapar una lágrima de incógnito, bien oculta entre la lluvia y así fue como pasó.
El clima comenzaba a enfriar bastante, incluso sintiendo tal temperatrura a través de aquella malla que cargaba bajo su tabardo. — Estoy bien, es solo que... — pausó por un instante, buscando calmar su angustia ahora que había alguien más que su amigo equino para compartir al menos un instante. — ... me habría gustado poder volver a tiempo y mostrarle que había cumplido mi sueño. — Pese al sentimiento que le embargaba, éste buscaba mantener el ánimo para no contagiar aquella negatividad a la dama de baja estatura.
Había usado un delicado toque al sostener la mano [..
El clima comenzaba a enfriar bastante, incluso sintiendo tal temperatrura a través de aquella malla que cargaba bajo su tabardo. — Estoy bien, es solo que... — pausó por un instante, buscando calmar su angustia ahora que había alguien más que su amigo equino para compartir al menos un instante. — ... me habría gustado poder volver a tiempo y mostrarle que había cumplido mi sueño. — Pese al sentimiento que le embargaba, éste buscaba mantener el ánimo para no contagiar aquella negatividad a la dama de baja estatura.
Había usado un delicado toque al sostener la mano [..
Erzebeth · 26-30, F
Cuanto lo lamento... -Ofrece sus condolencias al desconocido. Es algo que esperan aquellos seres que no pertenecen a su raza; por lo que continuamente se esfuerza a recordárselo, pese a que no suena como ello.
Sonríe levemente, algo que no se nota con la capucha que lleva; al menos, no a ojos del caballero que por su altura, se encuentra con aquel obstáculo de tela cubriendo su faz.
Cuando el caballero le ofrece su mano; tan sólo por mantener la impresión de dama frágil, la acepta y monta al corcel con su ayuda. Quizá demasiado grácil para tratarse de alguien frágil y pequeña en tamaño. La torpeza es algo que no se puede fingir tan fácil. Aunque confía en que ese movimiento despertase, aunque sea por una fracción de segundo, alguna fascinación en el caballero.-
Sonríe levemente, algo que no se nota con la capucha que lleva; al menos, no a ojos del caballero que por su altura, se encuentra con aquel obstáculo de tela cubriendo su faz.
Cuando el caballero le ofrece su mano; tan sólo por mantener la impresión de dama frágil, la acepta y monta al corcel con su ayuda. Quizá demasiado grácil para tratarse de alguien frágil y pequeña en tamaño. La torpeza es algo que no se puede fingir tan fácil. Aunque confía en que ese movimiento despertase, aunque sea por una fracción de segundo, alguna fascinación en el caballero.-
SP1571450 · M
Constrastando con ella, la altura de éste era evidentemente más alta, al igual que su complexion. Sus ropas permanecían empapadas y su expresión no cambió hasta el momento en que escuchó de nuevo aquella voz, solo así fue capaz de regresar a la realidad. —Lo siento... ciertamente fue una noticia que nunca me imaginé escuchar... — Comenta mientras lentamente reponía su humor.
Sus labios se torcieron para brindar una suave y amable sonrisa, de ninguna manera se negaría ante el llamado de ayuda. — ¿Eh? ¡Claro! Permitame, milady... — respondió avispando su ser un poco más. Silvó un poco, emitiendo una aguda nota que resonó en el espacio, aún cuando la continua lluvia opacaba muchos sonidos, ésto no fue impedimento para llamar a su compañero a cuatro patas, mismo que se acercó en un leve trote. — Suba por favor. — Indicó al tiempo en que ofrecía su mano para apoyarle a subir.
Sus labios se torcieron para brindar una suave y amable sonrisa, de ninguna manera se negaría ante el llamado de ayuda. — ¿Eh? ¡Claro! Permitame, milady... — respondió avispando su ser un poco más. Silvó un poco, emitiendo una aguda nota que resonó en el espacio, aún cuando la continua lluvia opacaba muchos sonidos, ésto no fue impedimento para llamar a su compañero a cuatro patas, mismo que se acercó en un leve trote. — Suba por favor. — Indicó al tiempo en que ofrecía su mano para apoyarle a subir.
Erzebeth · 26-30, F
-Ella, vistiendo una amplia capucha de piel, que sin problemas la protege de la lluvia y oculta gran parte de su rostro (lo importante de los ojos), se acerca al caballero con paso grácil.
Pese a tener la estatura, casi de una niña, sus movimientos son fluidos, elegantes incluso, demasiado para tratarse de una chiquilla, cuyos movimientos torpes y titubeantes delatan la falta de experiencia; no así con la azabache, cuyo paso seguro y garbo hablan de una mujer con alto estatus.-
No conozco casi nada... y no me gustaría importunar. Pero esta noche no tengo refugio alguno. Y desconozco algún sitio seguro para que una dama como yo pueda reposar del largo viaje...~ -Aquellas palabras, pronunciadas por una voz de timbre gélido y dulce a la vez, con una modulación magnética; se encuentran cargadas de pesar... quizá demasiado para ser temor; como si se esforzase por demostrar un mayor miedo del que siente realmente.-
Pese a tener la estatura, casi de una niña, sus movimientos son fluidos, elegantes incluso, demasiado para tratarse de una chiquilla, cuyos movimientos torpes y titubeantes delatan la falta de experiencia; no así con la azabache, cuyo paso seguro y garbo hablan de una mujer con alto estatus.-
No conozco casi nada... y no me gustaría importunar. Pero esta noche no tengo refugio alguno. Y desconozco algún sitio seguro para que una dama como yo pueda reposar del largo viaje...~ -Aquellas palabras, pronunciadas por una voz de timbre gélido y dulce a la vez, con una modulación magnética; se encuentran cargadas de pesar... quizá demasiado para ser temor; como si se esforzase por demostrar un mayor miedo del que siente realmente.-
SP1571450 · M
Parecía indiferencia, pero más que nada era la impresión por haberse enterado de aquella noticia que realmente lo había dejado boquiabierto. Respondería en automático cualquier pregunta que le lanzaran, de eso no había duda, pero nada le haría desviar su atención de aquel hecho. — No, está bien... agradezco la consideración, pero... realmente no es para tanto. — Comentó. Dicho evento habría preferido haberlo pasado a lado de aquella persona, pero ahora... no había nada que éste pudiera ser. Así mismo, la lluvia resbalaba sobre aquel jovial y atónito rostro.
Erzebeth · 26-30, F
-No tiene la más remota idea de quien habla el caballero. No conoce absolutamente a nadie de aquel reino, por lo que la azabache sólo atina a decir.- Mis más sinceras condolencias... -Quizá es demasiado pronto para preguntar por el monarca al que sirve.-
SP1571450 · M
— Clementtine murió...
Erzebeth · 26-30, F
Parece aquejarlo algo, Sir.
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