Cuentan los historiadores que el joven Cuchulainn defendió su reino de la invasión de Medb en busca de un ganado sagrado. Pero no estuvo solo; Su "auriga" Loeg Mac Riangabra condujo el carro de batalla en el que se transportó el guerrero. También sirvió de consejero y le cubrió la espalda. No se cuenta mucho si también lidió combates pero fue como su consciencia, con una visión más crítica y madura que contrarresta con la valentía e inmadurez del guerrero celta.