— No se preocupe, es algo muy propio de usted Sangonomiya, siempre tan diligente incluso cuando esta de descanso —menciono con una ligera sonrisa, sabia muy bien todo el esfuerzo que ponía en sus labores, también entendía que algunos hábitos eran difíciles de olvidar —Admito que igual es preferible usar ciertas ropas cuando se trata de salir corriendo ante una emergencia, incluso a mi me cuesta acostumbrarme a otras ropas — admitió con cierta timidez, para ninguna era fácil dejar el trabajo atrás.
—Es usted muy amable señorota Kamisato, en serio agradezco sus halagos, soy afortunada, no todos deben recibir cumplidos de la princesa garza.— Comentó mientras en sus labios era visible una delicada y tenue sonrisa, al haber descubierto finalmente su rostro. —Tengo unos cuantos más, aunque usualmente por practicidad prefiero mi ropa de siempre, la tela se seca muy rápido y estoy lista por si me necesitan con urgencia.— Pese a que le dieron un cumplido, inevitablemente habló de trabajo. —Se supone estoy descansando y acabo hablando de pendientes, lo siento.— habla bajito algo avergonzada.
— A mi parecer es un atuendo que le queda muy bien Konomi'san, seguro tiene más ropa que le quede también como esta —Le dedico una pequeña sonrisa, no le cabía duda que la contraria podría lucir muy bien en cualquier tipo de ropa, su porte tan elegante y su belleza sin duda contribuían a ello.
—Gracias por el cumplido Ayaka-san, difiere bastante de mi ropa de siempre, así es que me sentía algo nerviosa.— Ríe levemente mientras cubría su rostro con timidez.
