-Respondio con una sonrisa y luego se fijaba como Kokomi se acerco a Taroumaru para asi acariciarle, pareceia que al amigo de Thoma le gustaba ser mimado de esa forma-
Parece que le gustaste, Kokomi. Oh pues cuando puedas y quieras ya sabes donde visitarme, ya sabes que me gusta cocinar para la gente de Inazuma de vez en cuando y ahora que Taroumaru tiene una nueva amiga estoy seguro que vendra mas queriendola ver.
-Dijo mientras colocaba unos onigiris recien hechos por si algun habitante del lugar queria un poco, mientras Taroumaru se lo posaba en el hombro-
Ehhh cuidado Taroumaru, vas a hacer que se caiga la comida...
Al estar siempre ocupada en Watatsumi ya sea realizando sus caminatas de reconocimiento, redactando directivas, asistiendo a juntas con los mercaderes para asegurarse que la actividad comercial va por un buen camino, rara vez tenía la oportunidad de venir a la casa de té y sobre todo de ver al adorable amigo de Thoma.
—Supongo que no había tenido la oportunidad de conocer a tu amigo. Paso la mayoría de mi tiempo en Watatsumi por mis responsabilidades.— Se acercó despacito al perro para acariciar entre sus orejas con delicadeza. Sonrió contenta al ver que parecían gustarle los mimos. —Más vale tarde que nunca, estoy de acuerdo Thoma. Me alegra haberme tomado éste descanso, no es frecuente para mí tener el tiempo de comer así de rico y además conocer perritos bonitos.—
-Vio como se fijaba en Taroumaru, parecia que amaba a los animales o al menos a los perros por la forma de mirarle-
Claro, puedes acariciarle, ademas le gusta, mas que una mascota es mi amigo Taroumaru. Pensaba que ya lo conocias al acompañarme tanto y aparte de ser conocido por casi toda Inazuma, supongo que nunca es tarde, no? jeje
—Es lo normal, después de todo los Kamisato te han contratado primero, no te preocupes.— Luego en un ademán supuestamente serio, se cruzó de brazos e hizo expresión solemne. —Solicitaré una junta con ellos a la brevedad con la intención de que me permitan contratar tus servicios de vez en cuando, no es bueno ser egoístas con ese talento que tienes.— Río delicadamente, esperando captara que solo estaba bromeando. Aunque no le molestaría poder disfrutar de esos platillos en otra ocasión.
Cuando finalmente terminó de comer, suspiró satisfecha. Antes de poder entregar su plato, para su sorpresa, llegó un perrito bastante adorable donde Thoma. ¡Hasta tenía ropita como si atendiera dicho lugar! —¿Ese perrito es tuyo? ¿Puedo acariciarlo?— Por alguna razón la tierna mascota le recordaba bastante al general Gorou, lo cual le parecía un poco gracioso.
Tendre que cocinar mas entonces, bueno ya sabes como son ellos ademas eh de servirles
-Limpiaba un poco la mesa donde estaba preparando comida para ella y algunas personas que se acercaran hasta alli. Como de costumbre a su lado se encontraba Taroumaru, este se le tiraria a la cabeza de Thoma-
Ey, Taroumaru!!! como te gusta llamar la atencion jejeje
-Lo agarraba para que no callera al suelo mientras sonreia con felicidad-
Era sorprendente verle algo incrédulo sobre sus propias habilidades, ese platillo de fideos le había quedado bastante rico, no dejaba lugar a dudas. No le sorprendía porque los Kamisato no soltaban a alguien como Thoma. Asintió riendo un poco. —Gustar queda corto, yo diría que me encantó, te ha quedado delicioso.— No resistió y comió otro bocado pequeño, ésta vez con algo de huevo. —Serías un excelente cocinero, aunque no sé si la Señorita y el Joven Kamisato estén muy complacidos de que yo quiera llevarte.—
-Se quedaba aliviado al ver que a Kokomi le habia gustado el plato de comida que le preparara hace escasos minutos-
Que bueno que te gustara, yo cocinero, de verdad lo crees?
-Decia señalandose asi mismo, era la primera vez que se lo preguntaban y la verdad no sabia ni que responder por el interes de ser el cocinero de la resistencia-
El simple aroma de la comida era delicioso y no solo eso, el detalle del emplatado era bastante bonito. Había sido un día bastante cansado y ésta pequeña pausa para comer era más que bienvenida. Tomó algunos fideos con sus palillos rosas y así comió un bocado. —¡Mmmm!— Masticó con gusto y una vez que terminó, le dedicó una pequeña sonrisa a Thoma. —¡Delicioso! ¿No te gustaría cocinar para la resistencia? Claro que tu trabajo sería bien pagado.— Comentó animada.
