— No planeo hacer nada, lo juro. — Por unos segundos sentía como la risa escaparía de entre sus labios, respiró hondo sosteniendo la respiración un breve lapso de tiempo antes de volver a la seriedad. — ¿Acaso deseas que haga algo con ellos? ¿Morderte por ejemplo?

Encantadora era la criatura frente de sí, por primera vez prestaba atención a la “comida” analiza la jovial postura que ahora toma con una completa desconocida y, eso la invita a querer conocerla más.

— Tranquila, sé lidiar con las noches frías y largas.

Aunque tomó el abrigo lo volvería a colocar sobre sus hombros y acariciandolos con lentitud la miró directamente a los ojos.

— Gracias Sil pero prefiero no arruinar tu abrigo. ¿Te apetece ir a beber algo? Yo invito.