18-21, M
ᚪᛜᚳᚳᛜⰞ ᚾᚺᛊ ᚳᛁᛩᚺᚾ.
About Me About Me NotesAbout Me
『Bᴀsɪᴄ Iɴғᴏʀᴍᴀᴛɪᴏɴ』
Sunice es uno de los Magos mas jóvenes de su provincia, con tan solo 6 años, era un practicante de las artes divinas, por lo cual siempre se dijo que en su vida pasada fue un dios. Es un chico modesto, amable y bastante atento, es incapaz de sentir rencor y siempre se le verá con una sonrisa en su rostro. Es un aventurero bastante eficaz en cualquier equipo, ya que es un maestro en las artes divinas y curativas, se posiciona mejor como un curandero, pero guarda bajo su manga hechizos devastadores.
『Hɪsᴛᴏʀʏ』
Sunice nació bajo el seno de una familia de nobles en una provincia empobrecida llamada Suncaller, este nombre se debe a la gran cantidad de luz solar que se manifiesta en sus aldeas, haciéndola casi inhabitable. Con el paso de los años, aquellos que decidían sentar cabeza en aquella provincia, debían ser practicantes de la magia de hielo, para mantener una temperatura adecuada en sus hogares y que sus cosechas no corrieran el riesgo de ser quemadas por el abrasador sol.
Al nacer Sunice, por primera vez las flores empezaron a crecer sin ningún tipo de inconveniente, y lo que antes era un martirio para los habitantes de Suncaller, pasó a convertirse en una memoria pasajera, pues el calor infernal, se había ido por igual.
Desde pequeño, fue alabado como un dios por los habitantes de Suncaller, en parte también debido al hecho de que desarrolló su magia a la temprana edad de 6 años. Muchos decían que era una especie de profeta, por lo cual decidieron darle el estatus de "Niño Divino".
A sus 16 años de edad, se unió a su primera exploración, donde invadieron el castillo de un generable dragón avaricioso, este tenía en su tesorería una cantidad inmensa de amuletos y joyas, sin embargo, en lugar de luchar contra el, Sunice pudo notar que este no quería luchar realmente.
El Dragon le habló, y quedó sorprendido ante la presencia del Niño Divino, quien le estaba hablando a la criatura como si fuese otro ser humano, algo que no le había ocurrido en su vida.
El Dragon decidió quedarse a hablar un rato mas con Sunice, y al notar la gran inteligencia del joven, este le propuso un dilema:
"Puedes elegir lo que quieras de esta habitación, sin embargo, si fueres tu a tomar mas de la cuenta, te las verás conmigo."
Sunice no lo pensó dos veces y corrió tras una roca, la cual no tenía nada en especial mas que una runa dibujada en ella. El Dragon quedó anonadado, pensó que el joven era demasiado ignorante como para no tomar un objeto de valor, así que le volvió a plantear el dilema.
"No seas terco, he dicho que puedes elegir lo que quieras."
El Joven sencillamente sonrió y dijo:
"Pero si es esto es lo que quiero."
A lo que el Dragon respondió, aun mas confundido:
"Eres un joven talentoso, se que puedes percibir el valor de un objeto con tan solo mirarlo, y se que puedes saber que tan mágico es un objeto con tan solo sentirlo. ¿Entonces por que has de escoger algo tan insignificante como esa piedra?"
El Joven inclinó su cabeza y miró al dragón. Quizá era cierto lo que decía, pero era mas que obvio que ambos no compartían opinión respecto al tema.
"Dices que es algo insignificante, pero en la vida no hay nada insignificante. Te pregunto a ti. ¿Alguna vez sales de aquí?"
El Dragon entrecerró los ojos y respondió rotundamente.
"No. Nunca salgo de aquí."
A lo que el Joven respondió.
"¿Entonces para que necesitas tanto dinero? ¿Para que necesitas tantas joyas? ¿Has vivido tanto tiempo con ellas que has olvidado tu verdadera razón de vivir? ¿Te has tomado tan en serio el significado de lo que dicen que eres? Pues avaricioso eres, y de eso no hay duda, pero no tienes una razón real para serlo. Y al perder el significado de esto, déjame decirte, que te vuelves aun mas insignificante que esta roca."
Al principio, el Dragon no lo entendió, pero con el paso de los segundos, su mirada fue cambiando a una completamente distinta, lo que decía el joven era cierto, pero le costaba admitirlo, le costaba admitir que después de miles de años, aquel se tomase el tiempo de hacerlo caer en razón, haya sido un joven de 16 años.
El Dragon quedó completamente agradecido y sorprendido, por lo cual, como lo prometió, dejó ir al joven con la roca que había tomado de la tesorería, aliviado de que no había tomado algo muy valioso, pero confuso, ya que se cuestionaba que era lo realmente valioso, ya que mientras el joven se fue de la tesorería con algo insignificante para sus ojos, quien había perdido mas realmente era el Dragon.
Días después, el joven regresó a su aldea, donde trajo la sorprendente noticia de que la piedra que había tomado inocentemente, era en realidad una Piedra Filosofal.
Actualmente tiene 18 años de edad, y es un aventurero de clase avanzada que se dedica a ayudar a todo el que lo necesite.
Al nacer Sunice, por primera vez las flores empezaron a crecer sin ningún tipo de inconveniente, y lo que antes era un martirio para los habitantes de Suncaller, pasó a convertirse en una memoria pasajera, pues el calor infernal, se había ido por igual.
Desde pequeño, fue alabado como un dios por los habitantes de Suncaller, en parte también debido al hecho de que desarrolló su magia a la temprana edad de 6 años. Muchos decían que era una especie de profeta, por lo cual decidieron darle el estatus de "Niño Divino".
A sus 16 años de edad, se unió a su primera exploración, donde invadieron el castillo de un generable dragón avaricioso, este tenía en su tesorería una cantidad inmensa de amuletos y joyas, sin embargo, en lugar de luchar contra el, Sunice pudo notar que este no quería luchar realmente.
El Dragon le habló, y quedó sorprendido ante la presencia del Niño Divino, quien le estaba hablando a la criatura como si fuese otro ser humano, algo que no le había ocurrido en su vida.
El Dragon decidió quedarse a hablar un rato mas con Sunice, y al notar la gran inteligencia del joven, este le propuso un dilema:
"Puedes elegir lo que quieras de esta habitación, sin embargo, si fueres tu a tomar mas de la cuenta, te las verás conmigo."
Sunice no lo pensó dos veces y corrió tras una roca, la cual no tenía nada en especial mas que una runa dibujada en ella. El Dragon quedó anonadado, pensó que el joven era demasiado ignorante como para no tomar un objeto de valor, así que le volvió a plantear el dilema.
"No seas terco, he dicho que puedes elegir lo que quieras."
El Joven sencillamente sonrió y dijo:
"Pero si es esto es lo que quiero."
A lo que el Dragon respondió, aun mas confundido:
"Eres un joven talentoso, se que puedes percibir el valor de un objeto con tan solo mirarlo, y se que puedes saber que tan mágico es un objeto con tan solo sentirlo. ¿Entonces por que has de escoger algo tan insignificante como esa piedra?"
El Joven inclinó su cabeza y miró al dragón. Quizá era cierto lo que decía, pero era mas que obvio que ambos no compartían opinión respecto al tema.
"Dices que es algo insignificante, pero en la vida no hay nada insignificante. Te pregunto a ti. ¿Alguna vez sales de aquí?"
El Dragon entrecerró los ojos y respondió rotundamente.
"No. Nunca salgo de aquí."
A lo que el Joven respondió.
"¿Entonces para que necesitas tanto dinero? ¿Para que necesitas tantas joyas? ¿Has vivido tanto tiempo con ellas que has olvidado tu verdadera razón de vivir? ¿Te has tomado tan en serio el significado de lo que dicen que eres? Pues avaricioso eres, y de eso no hay duda, pero no tienes una razón real para serlo. Y al perder el significado de esto, déjame decirte, que te vuelves aun mas insignificante que esta roca."
Al principio, el Dragon no lo entendió, pero con el paso de los segundos, su mirada fue cambiando a una completamente distinta, lo que decía el joven era cierto, pero le costaba admitirlo, le costaba admitir que después de miles de años, aquel se tomase el tiempo de hacerlo caer en razón, haya sido un joven de 16 años.
El Dragon quedó completamente agradecido y sorprendido, por lo cual, como lo prometió, dejó ir al joven con la roca que había tomado de la tesorería, aliviado de que no había tomado algo muy valioso, pero confuso, ya que se cuestionaba que era lo realmente valioso, ya que mientras el joven se fue de la tesorería con algo insignificante para sus ojos, quien había perdido mas realmente era el Dragon.
Días después, el joven regresó a su aldea, donde trajo la sorprendente noticia de que la piedra que había tomado inocentemente, era en realidad una Piedra Filosofal.
Actualmente tiene 18 años de edad, y es un aventurero de clase avanzada que se dedica a ayudar a todo el que lo necesite.
ᚪᛜᚳᚳᛜⰞ ᚾᚺᛊ ᚳᛁᛩᚺᚾ.