/Para ese punto no hay forma de frenarse, mucho menos ahora que se dio el gusto de tomar a la pelirroja por ambos cuernos, ahora dándose la libertad de un vaivén más intenso contra esa boca que tanto placer le daba. ¿
—Un quejido suave se escucha. Pequeña protesta a su movimiento que le daba una sensación de ahogo aunque en realidad, la pelirroja amaba eso. El estímulo perfecto para devorarle con más rapidez. — (?)
/Jadeaba y suspiraba, se mordía el labio entre más ella la trataba. Sin pensarlo movió la pelvis, todo para llegar más profundo en esa adictiva sensación. ¿
— Se negaba a dejar de lamer y chupar su sexo, buscando conservar ese sabor tan único en la lengua. De pronto un ojo, pues el agarre en su oscuro cuerno le hacía jadear con dificultad por su labor con la boca. — (?)
Lo de ahora debería ser suficiente-. ¡Uhg...! Evidencia. ~
/Es complicado dar una respuesta clara cuando esa boca la tuvo alterada, mordiéndose el labio inferior jusro antes de jadear con pesadez. Así como una mano sostuvo del cabello, la otra fue por el cuerno, tenía muchas ideas en mente con ese par. ¿
Recordarlo todos los días. Con tu rechazo, vendría a mi memoria el hecho de que te pones dura al ver mi piel.~
— Una última y efímera sonrisa, dando paso a una larga succión empujando su cabeza hacia la pelvis de la mujer. Que le estuviera tocando el cabello animaba a esa pelirroja, devorando su sexo con más ganas.— (?)
/Podrá estar caliente y con ganas terribles de hacerlo con ella, pero aún así se hace la dura... Dura no solo por su erección. ¿ Su mano acaba entre los rojizos cabellos, sus dedos acomodan esos cabellos para ver con más comodidad como le brinda tanto placer a su dura carne, justo antes de poder enredarse entre varios mechones.
— Si Gazella estaba más que dispuesta a complacerle con la boca, Silvanna podía al menos responder sus atrevidas preguntas. (?) Un pequeño juego se genera entre sus labios y la punta del miembro. Caricias y leves succiones mientras mantenía sus ojos cerrados, entregada a sentir.—
/El suave frío que azota la piel no se compara en nada al calor que emana su cuerpo ante toda muestra de excitación, sobretodo si la menos alta parecía incluso más desesperada que la propia Silvanna. ¿ Cerró uno de sus ojos, tan cálida y exquisita que podría sentirse esa lengua contra su piel, era perfecta.
— La pelirroja notó sus intenciones, y no fue delicada cuando sus filosas uñas rasgaron a un lado de la prenda como si nada, acelerando el proceso. Impaciencia, y calentura; una combinación peligrosa. (?) La lengua se desliza en una única lamida sobre el sexo ajeno, algo impresionada por lo que tenía frente a sus ojos dejó salir un suspiro.—
Mnh... ¿Te ponías dura también cuando me desnudaba en tu habitación? ~
