— ¿Qué... Dijiste?

—Oh no, estaba pasando otra vez. Sintió un escalofrío recorrerle todo el cuello, recordando cómo había llegado Genos a su vida y había comenzado a perseguirlo, el dolor de cabeza que había Sido eso era anormal. Igual con aquel sujeto del torneo de artes marciales. La escuchó hablar mientras mantenía los labios pegados y comenzaba a sudar demasiado. Cuando ve que se arrodilla entiende que estaba peor que Genos, por lo cuál comienza a alejarse lentamente de ella esperando poder escapar esta vez —

— ¿Mente fuerte? .......sensei, perdoné mis malos modales.

Le habían inculcado que cuando encontrará a alguien de mentalidad fuerte lo tomara cómo su mentor, ya que le podría ayudar a mejorar y sin perder el tiempo se arrodilla suplicando el perdón de su " maestro".

— Le pagaré en efectivo la cantidad, que deseé, por favor enseñeme la sabiduría de su calvicie.

—Lo de la peluca hizo que su ojo comenzase a tener un leve tick, cada vez se marcaban más venas en su rostro debido a lo mucho que lo enfurecían ese tipo de comentarios—

— ¡Porque me gusta mi calva y mi mente es fuerte!

—La señala con el dedo y mueve su brazo con algo de fuerza de arriba hacia abajo, como haciendo un berrinche—

A veces pecando de "inocente" o de plano hacer enojar a propósito, nota con asombro la cabeza calva de aquél sujeto que aparte de estar alto le llama la atención por no tener pelo. Sin tapujos pregunta.
— ¿De verdad estás bien? Porque no usas peluca; se te va a enfriar la cabeza.
Por dentro tiene deseos de reírse pero se aguanta, ya que desea saber que ha pasado y porque hay tanto monstruo por las calles.

—Saitama admiraba desde aquella calle con cuidado a un par de héroes lidiando con un Kaijin, parecía que estaban bien solos, apretó sus dedos en las compras baratas que traía y se iba camino a su casa cuando noto la profunda mirada de aquella extraña, no pudo evitar sentirse más incómodo que cuando lo acusaban de ser un terrorista, pero todo empeoró ante el comentario de la mujer que le sacó una vena en su frente, o calva, no sé, es bastante difícil saber dónde empieza la calva (?)—

— ¡Yo estoy muy bien de salud ehhhh!

- Se le acerca con curiosidad ya que jamás había visto a un hombre calvo, una cabeza perfectamente brillosa y sin un pelo.
Literal, ladeando la cabeza ya que piensa está enfermo de algo y por ello esa lamentable condición. -
Estás delgado y calvo, estás bien de salud.