¿Que se supone que debía hacer ahora?, Al menos no la incómodo y eso fue más que suficiente para hacer que la joven rapera se sintiera más tranquila. Respiró profundo y permitió que se refugiara en sus brazos. ¿Debía decir algo?, No, eso podía arruinar el momento.
Sintió un vuelco en el estómago, pero no de la forma horrible, sino más bien... parecía como si decenas de mariposas hubieran agitado sus alas al mismo tiempo y revolotearan sin cesar. ¿Qué significaba eso? Era la primera vez que alguien le provocaba esa clase de emociones, como si algo dentro de ella le dijera que no era una tontería, que no estaba equivocada ni mal interpretando las cosas. —Gracias...— Dijo con la voz ligeramente entrecortada, agradecía por su promesa, y por ese fugaz y hermoso sentimiento que le había regalado. Sin pensarlo mucho la rodeó con sus brazos y se acurrucó contra ella, ahí en donde se sentía segura.
¿Que significaba eso?. Su corazón se aceleró tanto que temia que la joven pudiera escucharlo. Respiró profundo, sonrió y sujetó con mayor firmeza su mano. —¡Siempre! — cruzó su mirada con la de ella, una promesa, una sin necesidad de tantas palabras, estaba ahí. Sabía que Seraphine podría escucharla sin necesidad de decirlo.
