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[code]Una vez que estuvieron fuera del agua, tardaron varias horas para poder volver a su aspecto normal. Abigail volteó a ver a su compañera, no pudo evitar echarse a reír por la temible aventura que habían tenido hace unos minutos. Una vez que desaparecieron los rasgos de la selkie, a excepción de los ojos, pues tardaría unas semanas en volver a su color natural como efecto secundario, se acercó a su amiga a ver sus heridas. Pudieron haber sido más severas pero sí lograban verse, lo que podía llamar la atención de los profesores y cuestionarlas.

— Tendremos que ocultar las heridas por un tiempo. Así como el color de nuestros ojos, y probablemente durante las próximas semanas necesitemos mojarnos un poco como efecto secundario también.—

Abigail sacó su varita, creando con ella una especie de pecera mágica en la cuál colocó al grindylow. Se le quedó observando, aún seguía inconsciente la criatura pero no podía llevarse la criatura a la sala de Slytherin, la descubrirían los demás estudiantes y esto significaría un problema para ella.

— ¿Alguna idea dónde podamos ocultarla en Hogwarts?—[/code]

[code]El hecho de haberse transformado en selkies, les daba la ventaja a las estudiantes de poder nadar a una velocidad más veloz que lo habrían hecho las branquialgas o el casco burbuja. Además de darles ciertas habilidades que les servirían al encontrarse con la comunidad de Grindylows. Estas criaturas habitaban en los lagos de Reino Unido, pero principalmente en Escocia. Y para ser más específicos, se encontraban donde habían algas de gran tamaño, evitando poder encontrarlos fácilmente.

Abigail encontró después de unos cuantos minutos una zona donde solamente habían largas algas, la albina volteó a ver a su compañera de aventura y con señales le dijo que no encendieran sus varitas, pues podrían alertar a toda la comunidad de criaturas mágicas y atacarlas. Se adentró junto con su compañera a las algas, estando alerta de que no las vieran pero a la vez buscando a un Grindylow.

Encontró a la criatura, haciéndole una señal a su amiga de que su aventura pronto llegaría a su fin. El grindylow se encontraba nadando en círculos, sin rumbo alguno. Abigail se aseguró de que no habían más criaturas alrededor y sin dudarlo, lanzó el hechizo aturdidor hacia la criatura. Nado hacia ella, y amarró los tentáculos de esta a su cadera y le pidió a Neva que ella fuera quien las guiará hasta la orilla del lago. Su mala suerte apenas comenzaba. El hechizo alertó a toda la comunidad de Grindylows y salieron varios de estos a atacarlas, fue cuando Abigail comenzó a nadar lejos de la zona para poder salir a salvo. [/code]

[code]Cuando Neva le comentó su elección, Abigail sonrió de oreja a oreja. Guardó los demás frascos en la mochila, la cual la escondió dentro del tronco de un árbol. Se paró a lado de su compañera, y antes de entrar al lago, se quitó las botas y las dejó a una distancia considerada para evitar que se mojaran.

Abigail abrió el frasco de la poción multijugos, la cual desprendió un aroma asqueroso a alga marina, moho y pescado. La consistencia de esta poción era espesa y se podía ver con claridad unos cuantos cabellos de la criatura marina. ¿Cómo consiguió el cabello de esta criatura? Semanas atrás le había pedido ayuda a su compañera de Castelobruxo, quien quería convertirse en magizoologista. Bebió la poción en un solo trago, aún sosteniendo el frasco en la mano, ya que una vez dentro del lago, se desharía de ellos para evitar dejar sospechas de que hicieron uso de la poción, estaba prohibida en la escuela.

— Espero que tengas un estómago fuerte porque sabe asquerosa... — dijo, haciendo una mueca de disgusto.

Después de unos minutos, comenzó a sentir cómo su cuerpo comenzaba a cambiar. Su piel blanca se tornó color cetrina, su cabello cambió a color verde algo y sus ojos, esos ojos que en su momento distinguían a Gellert Grindelwald, quien le heredó la heterocromía a Abigail. Sus ojos blancos pronto pasaron a ser de color amarillo. Se adentró al Lago Negro, sin antes indicarle a su amiga que la siguiera y nadaran lo más rápido posible para evitar la tormenta.

Abigail una vez dentro del agua, conjuró un hechizo de localización para que pudieran encontrar la colonia de Grindylows mucho más rápido. [/code]

[code]Abigail vió a su amiga acercarse a la ubicación acordada, cuando la saludó, se levantó para saludarla. La noche había sido tranquila, pero la apariencia del cielo nocturno apuntaba a que llovería y caerían rayos, lo cuál podría implicar unas cuantas complicaciones en su pequeña aventura.

— Creo que será mejor apurarnos, Neva. Si cae una tormenta mientras estamos en el Lago, podría ser peligroso y las consecuencias terribles. Una, podríamos salir lastimadas; la segunda, nos podrían cancelar el año escolar si alguno de los profesores se entera que estamos haciendo aquí. — le comentó a su amiga, sacando los cuatro frascos que había guardado en su abrigo. En una mano tenía los que contenían las branquialgas, mientras que en la otra mano, los que contenían la poción de apariencia desagradable.

— Necesitamos entrar al Lago Negro y capturar un Grindylow, vamos a necesitar sus dedos y tentáculos. Hay tres maneras de que podamos sobrevivir por unas cuantas horas en nuestra búsqueda. La primera es conjurar el casco burbuja, nos proporcionará aire pero nadaremos demasiado lento. La segunda... —le muestra las branquialgas— es comernos esto, un poco dolorosa pero tendremos branquias, además de manos y pies palmeados. Y la tercera, los efectos tomaran un poco en desaparecer... unos tres días.— le enseña los frascos de aspecto terrible, agitándolos un poco para dejar salir unas cuantas burbujas. —Es una poción multijugos con cabello de selkie, al ser una criatura mitad humano, los efectos tardarán en desaparecerse, y podríamos tener problemas mientras desaparecen. Ten en cuenta que sí tomamos esta, podremos nadar más rápido y contar con habilidades diferentes. Así que... ¿cuál eliges?— le aventó los frascos para que Neva los atrapara, mostrandole una sonrisa. [/code]

[code]Los estudiantes de Hogwarts, y los que se encontraban de intercambio escolar de otras escuelas mágicas habían terminado el festín de cada noche. Todos se habían dirigido a sus salas comunes, y en caso de los otros, a las casas que les habían otorgado para poder alojarse. En el caso de los estudiantes de Durmstrang, pasarían el año escolar con los de Slytherin.

En la mazmorra de Slytherin, se encontraba Abigail sentada junto a las "ventanas" de la sala principal que daban hacia el Lago Negro. Se podían ver las diferentes especies de peces, la flora marina y algunos estudiantes juraban haber visto calamares gigantes y otras criaturas "interesantes". Todos los estudiantes comenzaron a marcharse a sus habitaciones, dejando a la chica Durmstrang sola en la habitación, con la vista aún puesta en los ventanales. Una vez que se marcharon todos, Abigail se aseguró de que no quedara nadie, tomó una mochila y salió de la mazmorra.[/code]

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[code]Llegó a la orilla del Lago Negro, verificando que nadie la había seguido. Burlar a los prefectos de las otras escuelas le había resultado fácil, lo hacía constantemente en Durmstrang. Grindelwald había acordado con la estudiante de Koldovstoretz; Neva Saltykova, encontrarse en ese punto. Abigail sacó de su mochila cuatro frascos. Dos de ellos contenían las famosas plantas que otorgaban al que las consumía branquias para poder respirar bajo el agua, las branquialgas. Y en los otros dos frascos, contenía una poción. La poción era de un color verde con naranja, un aspecto asqueroso.

Se sentó a la orilla del lago, y esperó a que su amiga llegara. [/code]