« Back to Album
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
S1564337 · 26-30, F
Ella sabía que no debía hacerlo. Podía verlo en la mirada del dueño, lo ansioso que estaba por el resultado de su travesía. Pero debía hacerlo. Así que tomó la copa y la llevó a sus labios, bebiendo el líquido de un solo trago. Grave error.
—Y somos tan malos como un huracán, todos brindando yo-ho. Yo-ho, yo-ho, ¡Piratas siempre ser! —Bailaba sobre las mesas con la botella en una de sus manos. Su voz era tan ronca y distorsionada, tan acostumbrada a no usarla, que ni siquiera se notaba por el efecto del alcohol. Y la pelinegra, con el cabello alborotado, se convirtió en el centro de atención con todos los clientes riéndose y bailando a su alrededor.
—Y somos tan malos como un huracán, todos brindando yo-ho. Yo-ho, yo-ho, ¡Piratas siempre ser! —Bailaba sobre las mesas con la botella en una de sus manos. Su voz era tan ronca y distorsionada, tan acostumbrada a no usarla, que ni siquiera se notaba por el efecto del alcohol. Y la pelinegra, con el cabello alborotado, se convirtió en el centro de atención con todos los clientes riéndose y bailando a su alrededor.
Add a comment...