La imagen que se mostró ante Keith, fue dolorosa, pero la molestia terminaba por sobreponerse en ese momento. No existía más que ese enorme sentimiento de molestia, porque él mismo era consciente que, al pedirle a los demás paladines que se separaran y así conseguir el impulso que necesitaba para cruzar por el agujero a tiempo, los dejaba desprotegidos al no lograr formar a Voltron para enfrentar cualquier amenaza por parte de los Galra o de Lotor. Aunque quisiera regresar, sabía que no era posible llegar pronto, también sabía, por esa visión que lograban mostrarle, que sus compañeros no iban a resistir más los ataques de parte del enemigo. Y por la mente le pasó la idea de que todo habría ido por un rumbo distinto si hubiese tomado una decisión menos precipitada, menos emocional y más fría. Como si realmente fuese un líder que pusiera a su equipo sobre sí mismo y sus emociones.

— ¡Ya lo sé! —Gruñó. Su atención se desvió un momento hacia Shiro. Estaba enojado, estaba triste, estaba