Tú y tus caprichos - Se hizo la que no entendía, más en el fondo le dio cierto gusto aquellas palabras. Le siguió a la recámara para pasar la noche juntos como todas las noches desde tiempos antiguos. -

Yo ya tengo una mujer -Dibujó una sonrisa rufianesca, interrumpiendo el regaño que le estaban dando. La tomó de la mano, y con traviesos jalones comenzó a conducirla consigo hacia la cama.- Luego me dices que más deseas y te daré el gusto.~ (?)

— Sí, hay más cosas que uno desea, adolescente con las hormonas revueltas. — Luego le dirá que si en la cama, pero le debía enseñar eso de las mujeres — Para tener una mujer necesitas más que sexo o nunca conseguirás una, Setanta. —

¿Y tiene algo de malo? -Mueve las cejas de arriba-abajo, y con el pulgar le señala la recamara atrás de ellos- (?)

—¿Sólo vienes para eso? Típico de ti— Resopla.

El Halloween ya paso ¿Ó te estas poniendo eso para mi?~