Sintió el rubor apoderarse sin detenerse sobre sus pómulos, el color pálido no existía en ese momento en su piel. Se abrazó a él aún así, un poco menos tímida y siendo audaz al momento de buscar con su olfato la colonia que le caracterizaba. ━ Tan personal… como desee mi maestro. ━ Ni siquiera tuvo que pensar sus palabras salieron desde el fondo de sus deseos.
Nunca sabía qué tenía en mente. Estaba llena de sorpresas. Se le acercó lo suficiente como para tomarla en sus brazos y alzarla como si fuese una niña. Desde allí, ambas manos iban a su trasero. — ¿Qué tan personal?
No pudo evitar sentirse ruborizada. Es que su simple presencia le causaba un cosquilleo inevitable en toda su columna. Le encantaba demasiado. ━ Eso no hay ni que ponerlo en duda. Aunque hay algo que quisiera justo ahora maestro. — Acotó observando sus labios. ━ Un abrazo más .. personal—
— No espero menos de ti. Entonces, ¿cuándo vendrás? Tiene que ser con el uniforme. Por una cuestión reglamentaria. — Mentía. — Además, aún te debo una copa.
━ Maestro, una felicitación de su parte es tan… — Sonrió de la misma emoción contenida, chispeante y expresada únicamente con la mirada dedicada a él. No era sencillo ocultarle a él, pues ni siquiera lo intentaba. ━ Especial. Sabe que no voy a defraudarlo y estaré siempre de parte de usted, en todo momento. —
— Claro que sí. Debemos celebrar tu ascensión de rango dentro del Equipo Rocket. — Una maliciosa sonrisa se asomó a su rostro. Cuánto le gustaba ella cuando vestía ese atuendo.
━ ¿Necesita algo más, Maestro? — Inquirió aún cuando le seguía el paso. Pues aunque él estuviera serio, Sabrina siempre denotaba el interés en cualquier cosa que él requiriera.
