Sus ojos se entristecieron ante la petición, comprarle algo no era lo que le prometió pero ver el brillo rojo de sus ojos tan opaco le dió a entender que quizás no era momento, quizás aún no podía superarlo del todo, aún cuando se lo prometió, aún cuando se lo gano, realmente noto que no podía obligar a su padre a algo como eso.
— Bueno papá...—
Acepto su oferta solo para que no notará que incluso a ella le dolió todo aquello, tomo lo que su padre tenía que darle y se fue de allí.
Lleva años queriendo conocer a su madre, pero si papá aún no está cómodo, no lo puede obligar... No ahora.
Dió un salto, casi como un gato aterrado, se quitó más que rápido de las piernas de su padre y lo quedo mirando por un largo rato, su cabello se esponjo más de lo normal y se quedó en silencio mirando las malas vibras del mayor.
— Pero papá, lo prometiste, estás faltando a tu palabra...
Inflo sus rosadas mejillas y se quedó allí esperando a que le diga algo, no va a tirarse encima o a decir algo, sabe que solo quedándose allí y mirándole fijamente puede irritarlo.
No es que sea una mimada, pero su padre suele cumplir lo que le dice, entonces ¿Porque ahora no? Lleva tiempo esperando, hicieron todo lo que le pidió e incluso un poco más, quiere su premio por ser buena niña.
— Papá~—
Sabe que se enoja fácil, sabe que está jugando con fuego pero ella va decidida, sino no estaría tirada en las piernas de su padre mientras él trabaja.
por el cuello perdiéndose bajo su camiseta abriendo la puerta+ Ah, hola. Papa en este momento esta dormido. quieres pasar? * Estaba furioso por dentro sin mostrarlo al ser cosa de su padre*
*En ese tiempo Dylan paso la mayoria de los dias en la otra dimensión, pero cuando volvio a la tierra si familia le encontro con su hijo y recibio todas las turturas del mundo con hacidos y cuchillos y shin con panico le cuidaba dejaandole en la cama llegando Ryuuzakicuando llego el moment de las curas, al escuchar el tumbre Shin se levanto con pomada desde la sien hasta ç-´p¡
* Gemía dulce al sentir los besos y mordidas en su piel, notando que algo se endurecía entre sus piernas mirando con deseo como Ryuuzaki le marca el pecho, con sus mordidas sintiendo como un calor domina su cuerpo, para mas tarde sentir de nuevo los labios de su esposo sobre los suyos.
