Monsieur, no se equivoca. -Dijo al ser interceptada por aquel vampiro. Mostró una pequeña sonrisa, fingiendo la felicidad que se suponía debería tener con su compromiso. Hizo una leve reverencia, inclinando su cabeza para mostrarle el total respeto al recién conocido.- Roxanne Bonnet, es un gusto conocerlo.

Al sentir ese aroma y presencia desconocidos en su antiguo hogar, la miró con una seriedad muy poco propia de él, pero fue efímera. Pronto le mostró una de sus sonrisas, que parecían amigables, pero siempre eran extrañamente inquietantes. Al fijarse mejor, pudo percibir apenas un vestigio del aroma de su hermano Daven.

—¿Oh? ¿Me equivoco si digo que es mi futura cuñada, mademoiselle?