— El viejo es un gruñón, vamos, ¿Cómo te podía agradar? Hasta yo soy muchísimo más linda que ese costal de huesos

Noto lo medio desanimado que se encontraba con esa situación, ella le dió una palmada fuerte en la espalda como tratando de hacer que saliese una carcajada. Entonces, ante lo último, ella arrugó la nariz.

— Tampoco vamos a ponernos sentimentales, me hiciste sonreír, no hablemos de costales de huesos o me pondré odiosa nuevamente, a menos que eso quieras

— Lo se, All Might no solo era un simbolo... Es decir, yo antes no sentia una admiración muy grande, me agradaba mas Endeavor

De nuevo ese amargo recuerdo de niñez le hizo chasquear la lengua y mirar brevemente hacia otra dirección, por lo menos hasta que inhalo de forma profunda y posteriormente dejo escapar el aire lentamente

— Pero reconozco todo lo que dejo con su legado, un pedestal muy alto pero que, sin importar lo dificil que parezca todo, siempre podremos sacar adelante todo

— No suelo sonreír mucho de esa manera, ya sabes, las personas pueden verme débil, pero aquí, nadie me está viendo

Si, una plaza en la tarde, lugar para enamorados y quizás drogadictos cuando el sol se ocultaba. Ella dejó de sonreír, paso a una mirada más calma, cerró sus ojos y tomo una bocanada amplia de aire.

— Uh, All Might, símbolo de la paz, él transmitía mucho más que eso

— Muchas gracias por salvarme de esto

Suspiró con calma y dejo ir la sonrisa, mostrando la expresión neutra que por lo general "usaba" si, era más comodo para el lucir "genial" que amigable

— Sabes, esa sonrisa tuya transmite paz, me recuerda un poco a la de All Might

— ¿Viendo?

Rumi por un instante sintió que se ruborizaba, pero respiro hondo para evitar que se notase en su piel morena, observó todo lo que le costaba sonreír sin que se viese raro, eso le hizo reír un poco, a veces, él podía hacerla sentir "empatía", carcajeo.

— Ya, quitala, estás sufriendo

— ¿Hacerte juego? Bien, sólo por seguir viendo esa sonrisa tuya

Habló con honestidad para soltar un suspiro y enmarcar una sonrisa en su rostro aunque demoro un poco, no porque no supiera, si no porque no sabia que tanto marcarla para no lucir especialmente raro o aterrador, o cómo un estupido

— ¿Por qué no me haces juego?

Ella se mantenía sonriendo, si, no había nada de malo en eso, en esos momentos no se sentía como la heroína, quería descansar un poco en sus horas libres, ser una persona, quizás también, una mujer. Invitó entonces a Inasa a qué sonriera también, marcando con sus propios dedos una sonrisa en el aire.

— No voy a mentir... Esa sonrisa te queda bien, Mirko

— Oh, niño. Es cierto, a veces las personas subestiman una sonrisa

—Sonreír siempre es importante.