— Un riesgo que puedo aceptar

— Podrías morir asfixiado

— Para tenerlo tan cerca prefiero que hasta te sientes en mi cara

— Y lo dices como si fuese una desgracia tener mi lindo trasero en la cara, o ¿Acaso lo querrías más cerca? Pollo

— ¿Por qué lo negaría? Literalmente es tan grande que cuando subimos las escaleras es lo único que tengo en la cara

— ¿Admites que ves mi trasero entonces? Que pervertido, ya entiendo por qué siempre que subimos escaleras, vienes detrás de mí

— Lo que escuchaste

— ¿Acabas de decir que tengo un trasero grande?

— ¿Es mi culpa que tú tengas demasiado desarrollado el trasero?

— ¿Es mi culpa que tengas baja la testosterona?