— Tus ojos, se nota que me estás mintiendo, puedo ver a través de ellos —Mentía, pero le gustaba saborear esas expresiones del chico, después de todo sabía que podía ser bastante intimidante. Subió su mano por el cuello y la llevó más atrás, hasta la nuca del chico, acariciaba ahí hasta afianzar algunos cabellos entre sus dedos y darle un agarre fuerte y firme, apegando el rostro ajeno al suyo— Tch...