—Le encantaba el tono que habían adquirido las mejillas de Kyojuro, eran extremadamente lindas, bueno,él también era demasiado lindo. Apegó más su busto a él para torturarlo por unos instantes para luego solo apartarse y sonreírle desde suposición tras soltarlo— Si tu lo dices, te creo entonces, dejaré de pensar que eres un pervertido

— No miraba de forma indecente...

Intentó con todas sus fuerzas no mirar más hacia abajo. Aunque la física hacía que no tuviera que mirar para saber que estaba pasando. Era tan... suave. Era casi como si estuviera mirando, por que las mejillas del pilar se encendieron como dos soles.

— No entiendo esa pregunta... Me caes bien, sí.

—¿Por qué existían chicos así de tiernos y no podían tener su edad? ¡vamos! Ella también merece algo que no la haga quedar tan mal, él se delataba por sí solo con sus nervios y acciones, ella sonrió de medio labio ante aquello, dando un paso más para apegar su pecho a los pectorales del rubio— Te dije que me estabas mirando de forma indecente, ¿Acaso te gusto? Kyojuro

Se quedó totalmente congelado ante las acciones de la mujer, sin mucha fuerza de poder contrarrestar lo que hacía. No hizo más que mirar directamente a los ojos a la héroe, o por lo menos lo intentó. Por que en un ligero descuido de no querer mirarla tanto cuando estaban cerca, desvió su mirada hacia abajo por unos segundos, sin darse cuenta de que se había delatado. Cuando se dió cuenta de su falta, volvió a mirar hacia adelante, para encontrársela de lleno.

— Maldita sea...

— Tus ojos, se nota que me estás mintiendo, puedo ver a través de ellos —Mentía, pero le gustaba saborear esas expresiones del chico, después de todo sabía que podía ser bastante intimidante. Subió su mano por el cuello y la llevó más atrás, hasta la nuca del chico, acariciaba ahí hasta afianzar algunos cabellos entre sus dedos y darle un agarre fuerte y firme, apegando el rostro ajeno al suyo— Tch...

Que lo haya tomado de aquella manera hizo que Rengoku diera un pequeño saltito. La coneja no era precisamente "debil" su apretón fue bastante fuerte, se la notaba molesta.

— ¡Estoy seguro! ¿Qué te hace pensar que miento?

—Ya que seguía con aquel traje además de estar un poco molesta, decidió desquitarse con Rengoku. Comenzó a caminar hacia él, colocando su palma en el hombro izquierdo del chico para apretar— ¿Estás seguro?

— ¡Te miré completamente! No ningún lugar en especial.. ¡No mal entiendas las cosas, por favor!

— ¿Qué me estabas mirando? Kyojuro

— ¡No es así! Solo te miré de forma general...

Desvió la vista, no quería ser atrapado.