RonanHunt

¡¿CÓMO ENTRASTE?! —Le echa un manguerazo.— ¡Ushcale![?].

y por más que el tiempo y las circunstancias les hubieran dado la vida que hoy día tenían, en el fondo ambos seguían siendo las serpientes criadas en un mundo cruel y despiadado ¿hasta que punto era sano pretender que ahora eran dos civiles comunes y corrientes? Que ronan no estaba tan dañado como ella y que ambos podrían llegar a ser viscerales y letales. Así que tuvo la reacción de poner distancia con su mano entre ambos, pero fue él mismo quien ofreció ese espacio al soltarla, aliviandole toda alerta de peligro, muy en el fondo sus temores aún estaban ahí.
— Ambos éramos el perro de alguien más... —dijo una vez pasó saliva, alzando la mirada para verle con algo cercano a la piedad al fruncir suavemente las cejas— Pero nunca te agradecí el mantenerme viva. —agachó el rostro, tomó aire por los labios y asintió— Siempre me preocupé por el futuro, y en todas mis opciones jamás imaginé que tendríamos ésta clase de vida. No me molesta... Pero a veces creo no merecerla. Tal vez por todo lo que hicimos, y todo lo que aún somos capaces de hacer. —y miró a la niña en sus brazos ¿quién diría que antes de adoptarla se pensó el matarla? Vaya juego el de la vida.

El sentirse despeinada le incomodó un poco, como siempre cada que él hacía eso, incluso cuando estaban en la organización, recordaba ese gesto como algo habitual en él aún supiera que a ella le irritaba. Sin embargo no dijo nada, sólo lo miró con los ojos afilados, como siempre, como antes... Y cuando estuvo por responder algo, llegó algo aún más inusual: El abrazo. Se quedó inmóvil, primero había dado un pequeño respingo, como si buscara protegerse, como mero acto reflejo pues no esperaba aquello. Moka se extrañó por igual y Kaalia sudó frío cuando Ronan dijo aquello, la mente se le bloqueó y sintió estrés en las sienes, una presión en el pecho que respondía directamente a la presión que él ejercía en el agarre, justo como cuando se reencontraban después de las misiones donde alguno de los podría no haber vuelto nunca "Es Ronan... No lo olvides" Resonó en su mente ¿cuan alejados estaban realmente ambos de sus naturalezas? No debía olvidarlo nunca, Ronan no era alguien ordinario, ni ella ...

Ven ~ Seré suave si lo haces bien, no habrá necesidad de reventarte, mh!

, de todo lo que significó Rusia y de lo que le sentenciaba siendo hija de quién lo era. Además ahora, de su "adopción" forzada de Moka.— Tengo a Andi conmigo, a Moka, un perro... Me he encontrado a mi misma, he... Encontrado a esa Kaalia que solía ser, nadie me dice que tengo que sentir, o dejar de hacerlo. Supongo que eso es lo felicidad. —alzó un poco los hombros, moviendo el rostro para darle a entender que echaría a andar al frente, una invitación implícita a seguirle el paso— A veces me pregunto si de estar en Rusia ya habríamos muerto o seguiríamos vivos ¿tú no?

Para Kaalia era extraño ese cuadro, ver a Ronan atendiendo a la cría que ella sostenía en brazos le remontaba a los años tiernos donde ella misma fue atendida por él con sumo cuidado en la soledad y el frío de Rusia. Nunca imaginó ver desde fuera aquello.
De ahí que desviara la mirada por un instante, escuchándolo.

— Lo soy. —soltó con prontitud, ni falta le hizo analizarlo o pensarlo, era así, tal cual.

Acomodó a la niña en sus brazos, ya no era tan ligera como cuando llegó a ella, menuda y algo desnutrida— Tengo una vida tranquila dentro de lo que cabe. —mitad verdad, mitad mentira, si aún hoy estaba huyendo de los problemas...

La niña dudó un poco en tomar el dulce, miró a Kaalia como pidiendo permiso y ésta asintió apenas, dejándola tomarlo para finalmente comerlo de una, aliviando esos mofletes enrojecidos por el llanto.
Kaalia en cambio quedó en silencio, más del necesario, como procesando lo que estaba escuchando ¿era ese el desenlace de sus vidas? Lejos de Rusia, de lo que les oprimía y que, en un futuro les tenía jurada la muerte.
En el fondo sentía... ¿alivio? Era como si Ronan al igual que ella se hubiese salvado de un destino fatal y oscuro, y pronto su semblante distante mutó a uno más calmo, aún con el ácido humor de Ronan— ... ¿Eres feliz entonces? —ni vuelta le dió al asunto, era lo que en su mente y pecho vibró por esos segundos, la inquietud de saber si él lo era, pues recordaba bien el como ambos fueron sostén del otro en el fuego.

¡Recuerda que yo no tuve a Duquesa desde bebé! Bueno, sí era pequeñita, pero se había pasado el tiempo reglamentario. EL punto es que anda de vaga, igual que su otro dueño.

— Siempre estoy alerta. —dijo en un hilo de voz tajante, no por ser necesariamente dura, simplemente así era. Entonces la niña entre gimoteos se aferró a la mano de Kaalia con cierto recelo ante Ronan, aún ya lo hubiese visto par de veces antes.

Kaalia exhaló y aligeró el gesto, también su postura firme al relajar los hombros, alzando una de sus cejas ante la broma que él lanzó— ... Lo hago diario. —dice sin más, observándolo con inusitado interés, reconociendo el cambio en su semblante— Luces distinto... ¿En qué se supone que trabajas? —la gente seguía avanzando por la acera, ella se hizo a un costado para no cortar de más el flujo, y con ello la niña le siguió en silencio, poco hablaba de por si.

Claro que sí, pero la consientes demasiado y ahora va y viene cuando quiere, igual que tú. Necesito ponerle collar y una placa.