Va tarde, olvido quitarse la camisa de cuadros que usa en el taller, tiene arcilla en el cabello. Le jodía que le pidieran ir a cursos de los que ya tenía calificación, todo para ser apoyo de tal o cual maestro. Le pudre el buen humor, llegó con una paleta en los labios, sin materiales ni nada para bosquejar. Suspiro deteniéndose en la entrada donde había un recipiente con carboncillos, queda uno último de los gruesos de lamina más dura, pero vio como fue robado de sus dedos por una delicada extremidad que se aproximo a tomarlo... frunció las cejas y bufó. -No prefieres un lápiz?.- Pregunto...
Dejo que tomará aire, seguro lo necesita. Y podía apostar que era por mal comer, él en ocasiones se olvida de los sagrados alimentos por andar tan metido en lo suyo. Sabe de ello, así en cuanto ella se apoyo en la pared el rubio le dió un pequeño apretón en la nariz mientras negaba. —Eso está mal, eres muy joven para sufrir de esto y creeme la juventud no lo es todo. — frunció ligeramente las cejas, de cierta forma regaña a la gente que peca de lo mismo que él como si fuera él único ese derecho. Suspiró ayudándola cuando retomaron la caminada, giro hacia la izquierda para bajar las escaleras mirándola de reojo. A su paso se topo con varios conocidos, maestros que le preguntaban si estaba de vago o si estaba incomodando a la muchacha, todo en broma pero se podía sentir la hostilidad, él por su parte respondía de forma sarcástica con esa enorme sonrisa feliz en sus labios. Cuando volvieron a estar solos rodo los ojos suspirando, como si estuviera cansado cosa que si era verdad.
