No es nada.-Se acerco para peinar un poco los cabellos rebeldes del contrario y luego lavo sus manos para sentarse junto a él a desayunar.-

—Es importante sentirse cómodo — levanto un poco la mano derecha para intentar acomodar sus cabellos, ¿Cómo es que ella se veía así recién despierta? —gracias, por la vista y el desayuno...—

Es más cómodo andar así.-Respondio al ingresar a la cocina con una sonrisa divertida en sus labios.-

—No esperaba esa sorpresa, no te acostumbres — grito desde la cocina esperándola aún para desayunar.

Me gusta ese color en ti -Canturreo siguiendole hacia la cocina, estaba completamente complacida al verlo ruborizado.-

Se levantó de golpe y se colocó delante de ella, dió una mirada debajo de la camisa jalando el cuello y tras descubrir que no había mucho debajo de ella camino con el rostro completamente rojo hasta la cocina. —Tu ganas...—

Es porque no te la quite estaba tirada en la sala y me la puse, tenemos un trato, ahora a comer.

—Alguien quiere sacarme de mi depresión habit... te queda bien mi camisa, lo que no recuerdo es que me la quitaras, el desayuno que sigue lo hago yo.—

Uhm.. No, hice el desayuno para ti, uno bastante nutritivo para que comas bien.

...Por favor dime qué eso no fue lo más nutritivo que hay en mi apartamento como desayuno.