Se cierra votación. Contando votos.

*Volvió nuevamente a circular por el libro de la guapura. Mucha gente interesante por ahí, bastantes candidatos al cual apoyar. Con su característico marcador volvió a plasmar en gruesas letras uno de sus votos: [b]Satoru[/b]. Colocó un corazón a lado de su nombre, luego tapó el objeto y les deseó suerte a ambos. Había sido una decisión difícil, dos chicos sumamente encantadores, la diferencia recaía en simplemente... Taquitos.*

Estaba regresando de una misión importante y ya se había comprometido a ayudar a uno de sus aliados en una fatídica guerra ocurrida en el ciclo anterior de la existencia, algo que los habitantes de la actual realidad desconocían, excepto por los sobrevivientes; así que una vez que se halló dentro de la cámara, tomó el acceso que lo guía hacia el mencionado “Libro de la guapura” y ahora debía describir algo sobre el samurái. — [b][i]Hm… [/i][/b]— Se detuvo a meditar un poco sobre lo que escribiría, si bien el espadachín no hizo algo trascendente en esa guerra tan devastadora, además de sentirse deprimido y hacer comentarios graciosos, por lo menos hizo su mejor esfuerzo y en todo momento la intención es lo que cuenta por sobre todas las cosas (???). Por ende, se dispuso a escribir.

“[b]Tsurumaru Kuninaga — Es un buen tipo y me recuerda a 75URUM4RU.[/b]”

Inexpresivo como siempre, se retiró del lugar.

[c=#E57300][b]Es aquí ~[/b][/c]
-Según el mapita en sus manos la rubia se hallaba segura de haber encontrado el recinto del libro bastó que las ramas le dieran el impulso suficiente para llegar por una abertura en el techo, entrar de ese modo le ahorraba tener que pisar el desastre que había en el suelo, bendecida por los dioses el libro estaba casi que delante de ella.-

[b][c=#E57300]Bien ahora [/c][/b]
[c=#E57300][b]Tsurumaru [/b][/c]

-Repaso la pluma con tinta una y otra vez entre sus delgados dedos siempre tan pensativa de que palabras quedarían bien para una votación como esa.-
[c=#E57300][b]Sos un capo~ [/b][/c]

-Bromeó en la primera linea, dió un par de golpecitos sobre su sien y con las palabras que creía más adecuadas escribió.-
[c=#E57300][b]Merecés ganar por todo lo que nos aportas con tu ingenio, tu humor, tu apoyo incondicional porque sos un excelente amigo! Y una grulla glamorosa

El lugar era vistoso y tenía un aire fantástico que atrajo a la maid hasta sus profundidades, había escuchado ya de una especie de votaciones y aunque fue movida principalmente por su curiosidad acabó llevándose una sorpresa cuando observó el libro y encontró un nombre familiar. — Ara, ara. Pero si a ese yo lo conozco y además siempre ha sido amable y divertido, lo merece, sí, sí. — No sabía si tenía permitido por sus altos mandos el participar en ese tipo de concursos por lo que primero miró a su alrededor con cierta sospecha y hasta que se aseguró de estar sola escribió rápidamente el nombre del peliblanco. — Tsu-ru-ma-ru. ¡Ya está! — dejó la pluma a un lado y sonrió para sí misma como una chiquilla que hace una travesura antes de salir corriendo para que nadie la viera ahí.

-Se adentro al centro de las votaciones sin mucha dificultad, vestia un kimono algo largo de color negro asi como un sombrero de paja desgastado sobre su cabeza. A penas acercarse al sitio donde las votaciones deberian darse puso su mano sobre el libro para buscar entre sus paginas y a la vez con la otra tomar la pluma.-

A ver....

-Escribio con cuidado el nombre: "Tsurumaru", sus razones eran simples, era el primer samurai con el que se habia encontrado en años, un gran peleador, rival y compañero para el, un "Bro" por decirlo de alguna manera. Finalizado su voto emprendio camino a la salida.-

—Nota mental número tres: soy invisible e inaudible.

El joven suspiró mientras se alejaba la mujer del sombrero.

La nota mental número uno era el hallarse intangible, como un fantasma, cosa que lo frustraba inmensamente: jamás había visto tantos libros juntos, y ni forma de leerlos.

Sin contacto con el suelo le era imposible caminar; por fortuna, la nota mental número dos era que podía desplazarse por el espacio si se concentraba adecuadamente. Siempre había fantaseado con volar, pero esto le costaba un esfuerzo mental tan grande que no podía realmente disfrutarlo.

Recién se había marchado la primera mujer cuando llegó la segunda. A ésta sí la reconocía:

—Ze... ¡Zelda...!

Si alguien sabía qué diablos estaba pasando, sin duda sería ella. Vociferó, agitó los brazos, se concentró flotando despacio hacia la rubia, pero tampoco logró llamar su atención antes de que diera media vuelta y se retirara, tan rápido como lo había hecho la otra.

*La hyliana llegó a aquel lugar en medio de sus viajes. Dispuesta a apoyar a su amigo en aquellas votaciones, ingresó al lugar. Tuvo que fijarse bien por dónde caminaba, pues todo parecía bastante desordenado. Se acercó sin demora al llamado "libro de la guapura" y escribió un nombre: [b]Satoru Satomura[/b]. Aquel amable y divertido chico tenía sin duda su voto. Una amistad que esperaba poder seguir conservando y fortaleciendo. Tras escribir, se hizo a un lado para permitir el paso al resto de votantes* ~ 💛

Al ver el rostro de aquél albino piensa que sin duda, es un tipo agradable por lo que pide a la gente que trabaja para ella que quien es ese tipo tan curioso a lo que después de unos minutos lee el mensaje el cual dice. *
[b]Jefa, es Tsurumaru, recuerda que la trataba de cortejar por que la vio vestida de lancera y la quería de servant ?
[/b]—Vaya, así que esta metido en esto ? pues apuesto todo a Tsurumaru, voto por él, además es agradable y me hizo reír.