—Uhh, básicamente. Debería ponerme a buscar empleo pronto.

Asintió, luego enarcó la ceja ante la descripción que Liv se dio a sí misma.

—¿Un signo celta? Ah, ya veo... Creo que he oído de eso... —mintió, hizo como que entendía, en su mente le sonó a alguna clase de secta. [?]

—¿Se supone? ¿Estas sin empleo?

Miro un poco el desastre de la habitación, aun que ella lo había causado no sería limítante para usarlo como argumento.

—Supongo que si. Soy Liv, soy un signo celta. (?)— Sabía que esto causaría más confusión pero ¿Qué se le iba a hacer si eso era?

—Es verdad, yo tampoco sé tu nombre.

Ahora sí se incorporó, quedó sentado en similar pose, frente a ella.

—Soy Rock, se supone que soy profesor. ¿Tú quién eres? —no iba a preguntarle cómo llegó ahí, ya sabía que fue por azares de la virgen. [?]

—. . . Valió la pena. (?)— río un poco.

Ya tras dejarlo, se giro para quedar sentada frente al chico en posición de loto. Se le quedó viendo con curiosidad y algo de descaro.

—A todo esto, ni si quiera se quien eres.

—Ah, es verdad. Mientras más peligroso sea el barrio, más ricos son los...

Y se interrumpió al recibir la mordida, la cual no había sido demasiado dolorosa, pero no iba a dejar que eso impidiera sus ganas de lloriquear. [?]

—¡Aaahh, mi dedo! ¡Esos son otros diez tacos más! [?]

—Ya se cual será mi siguiente intento de hacerme millonaria... ¡Vender estampillas! Con la imagen de un banco. (?)

Hizo bizcos en cuanto fue acercando la nariz hasta que la tocó. Ahí, no dejó de parpadear por la sensación que le daba.

—Los daños son emocionales son un mito. (?) Los taquitos de la esquina que se ponen a media noche en barrio peligroso, son los buenos. (??)

Ya que terminó, aprovecho para morder el dedo que estaba tan cerca de ella, no pudo evitarlo.

—Por supuesto que lo son, así es como los bancos llegaron a donde están, es todo una conspiración. [?]

Sin levantarse aún, estiró su brazo, le señaló de manera acusatoria, acercando su dedo lo suficiente para establecer un leve contacto con la nariz ajena.

—No es sólo la catsup, también son los daños emocionales. [??] ¿A qué taquería vas a llevarme? Me gustan al pastor. [?]

—¿Los intereses son reales?— Se asustó un poco por qué ella nunca pagaba extras, ya se estaba imaginando la deuda. —Que mundo tan feo este en el que vivimos. (?)

Se levantó del piso lo suficientemente para quedar sentada y poder ver al rededor lo que había tirado, tomó la botella de catsup con un poco de enfado.

—Es la botella más cara de catsup que he tenido en mis manos.— Ya presentía la cuenta entre ambos por la comida.

—Hmmm... —¿Ella buscaba hacerlo enojar? Pues le salió al revés, porque los tacos le gustaban casi tanto como las hamburguesas. Bueno, es que era un pozo sin findo tratándose de comida, isual. [?]

—¡Bien! Vamos ahora mismo por mis tacos. Ya sabes, los intereses suben con el tiempo y todas esas cosas de gente que sí sabe de lo que habla. [?]

Lo miro de la misma forma, no sabía ni por qué lo hacía, pero no dejaría que la viera así sin que ella lo viera igual de feo. (?)

—. . . Unos tacos, cilantro y cebolla extra, salsa roja y un juguito de guayaba ¡Lo tengo! (??)— Ya solo estaba jugando, a ver si así se safa de la situación de la demanda.