A medida que fue secándose el sudor no pudo evitar desviar la mirada hacia aquel bolso lleno de joyas. Era bastante dinero así que cuando terminó, dejó la toalla a un costado y de inmediato sacó todas las joyas, empezando a separar una por una hasta crear una pila bastante pequeña.
[code]─ Ten, guarda el resto. Es demasiado dinero para una ballesta. Si bien es cara, pero no lo suficiente como para que me des todo esto. ─[/code]
Exponiendo sus palabras, guardó el resto de las joyas que no había separado y le entregó otra vez la bolsa. Acto seguido bajó la ballesta del estante y se la entregó con cuidado ya que aquella pesaba unos 5kg.
Si! me habló sobre un arma que estaba vendiendo, una especie de Ballesta.
*Observaba al felino de forma tranquila, intuía que lo había interrumpido debido al aspecto sudado que llevaba, no deseaba hacerle perder mucho tiempo por ello tomo el bolso lleno de joyas y lo dejo sobre el mostrador*
No pasó mucho para que el felino termine su forja y de inmediato salga de su taller con el torno al descubierto, este lleno de cicatrices por todos lados, claramente sumamente sudado y con una toalla, limpiándose la transpiración.
[code]─ Bienvenida a mi taller. ¿Dijiste que vienes de parte de Lupus, verdad? ─[/code]
El felino quien se encontraba en su taller terminando de forjar una arma, a lo cual se podía escuchar el seco sonido del metal, no tardó el mover sus orejas tras escuchar la puerta abrirse.
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─ ¡Un momento! ─
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Fueron las únicas palabras expuestas por aquel hombre mientras se asomó por el umbral que separa el local del lugar de forja para divisar a la chica unos instantes antes de volver al trabajo.
*Por sugerencia de su amiga Lupus, Isuzu Sento había llegado hasta aquellas instalaciones, desconocía el dueño del loca,l solo llevaba consigo la bolsa con joyas que le había dado su amiga, luego de observar el lugar por unos segundos se acerco al mostrador esperando ser atendida*
