RemyLebeau1559351

R. Out: Así es... En fin, ¿cómo se encuentra?

R. Out: Entiendo... Le agradezco. Es sólo que no me he sentido con animo para estar por aquí, a veces la gente me cansa.

Ella continuó con sus compras a decir verdad no notó que llevaba ya demasiadas cosas pero estaba tan entretenida qué solo echaba cosa por cosa en aquella bolsa. Irremediablemente empezó a sentir peso sobre su hombro lo que la obligó a dejar la bolsa sobre el suelo con un gesto de preocupación, no podía dejar las compras a su suerte y menos pedir ayuda, tendría que asesinar a su acompañante en la entrada del portal que le llevaría al infierno, pese a qué ella era un demonio sí no era una orden directa de su ama ella no iba a hacer tal cosa.
Suspiró.
Y armandose de fuerza en medio de su frágilidad agarró la bolsa con ambas manos y la elevó lo suficiente para dar un par de pasos, sin resistir el peso de nuevo dejó caer la bolsa sobre el suelo en un movimiento brusco por la gravedad. Consideró comprar de aquellas bolsas de mercado con pequeñas ruedas pero de igual forma tenía que desplazarse hacía allí con sus viveres. ¡Qué problema!, pero lo intentó de nuevo y al dejar caer de nuevo la bolsa después de dar dos pasos una lata de atún escapó rodando sin remedio por el suelo, en medio de las personas y golpear sin más el pie del mutante. Zœel avergonzada y un tanto preocupada aguardó a la reacción del hombre — ¡Aquí!— Elevó esa delicada mano diestra llamandolo con un gesto tranquilo, para ella era fácil debido a su dócil personalidad.

R. Out: Me parece bien. Aunque últimamente no he tenido mucha energía para escribir o venir, pero haré lo que pueda. Sería interesante.

Zœel visitó el mundo humano aquella tarde por una tarea simple: necesitaba adquirir unos víveres de procedencia humana para el regocije de la familia de sus amos. Vestia una ropa simple; un bonito vestido que se ajustaba perfectamente a su menudo cuerpo, dejaba a la vista sus bonitas piernas tan bien formadas desde la mitad de los muslos pero cubiertas por unas medias de tonalidad gris, zapatos bajos ,perfecta combinación de su vestido rosa pálido. A su vez portaba una chamarra gris para pasar desapercibida ya qué se cubría con ésta la cabeza y hacía sombra a su perfecto rostro de muñeca; piel nívea, nariz respingada, labios delgados de tonalidad rosa pálido y para terminar esos almendrados ojos carmín cuyo el derecho en dirección al pomulo era adornado con una cicatriz qué rompía la continuidad de su perfecta piel.
Hasta el momento resultaba lo bien qué le cubría la chamarra y aquello la llenaba de tranquilidad, cruzaba las palabras necesarias con los mercaderistas, pagaba lo qué era y guardaba en su bolsa cada cosa. ¿Quien diría que a la demonio le gustaba realizar esta tarea?, tal vez por todo lo qué allí ocurría, la algarabia, los diferentes aromas a frutas, verduras y hasta el pez. Un lugar perfecto para un encuentro casual o quizás ser complice de alguna circunstancia fuera de lo común y por ello Zœel trataba de ser rápida aunque se distrajera un poco con todo lo qué veía.

R. Out: Le agradezco por la solicitud.