-Se revela en su faz un agudo tono fresa muy colorido, presionando esos párpados tan oscuros mientras él se introduce del todo mordiendo su labio inferior, su miembro pudo esculpir un lugar un lugar dentro de ella haciéndose presión, por lo cual se escapa un sonido ahogado.-
Lo sé, pero. . .mucha gente entra en nuestra casa. . ..{. . .}
Estamos en la intimidad de nuestro hogar ¿Quién nos puede ver mujer? mejor ocúpate de mover ese cuerpo como me gusta -exige tomando las caderas de su novia en esa posición no tan idónea e introduciéndose en ella con mayor ahínco -
-Viajar por sus poros es el anhelo que tiene ese ángel, un discernimiento muy carnal, por lo que cuando él se ha allegado irremediablemente la entidad femenina abraza su virilidad con todo su incandescente calor, para hacerlo suyo. La postura no es la mejor, de hecho algo incomoda, ¿el momento? su novio no es el más predecible, pero permite que el se entierre así en su fertilidad, con todo el amor que le tiene, y que se derrite por el, aún en los jadeos de ese manto blanquecino.- Nn mnh ¿no nos ve. .. .nadie? . ..
-Se logra introducir dentro aprovechando la postura en la que la mujer estaba, se escuchaba el fuerte ruido de ambos cuerpos azotando en el suelo y luego el sonido del intimo momento-
-Se encontraba arreglando una caja llena de plumas de cisne, pero el la toma desprevenida, y por ende, pierde fácilmente el equilibrio hacia adelante, alcanzando a ruborizarse pero sin tener tiempo de reaccionar, solamente cae juntamente con el sobre el millar de plumas que se dispersan por todos lados mientras sus cuerpos quedaron inmersos, bajo el manto albino.-
Justo es así como a tu amo le gusta que te aparezcas ante el -dice tomando a su mujer por detrás en un ademán veloz alzando su atuendo y se baja los pantalones para introducirse dentro de su sirvienta-
